"Ya basta de que la autoridad permita el desorden de las organizaciones sociales. Ya no son tiempos de treguas, se debe de aplicar la ley”, señaló la presidenta de la Alianza Empresarial y Comercial de Oaxaca (AECO), Esther Merino Badiola.
Lo anterior ante la serie de afectaciones a la ciudadanía como la acumulación de basura en las calles ocasionadas por el bloqueo en la carretera que conduce al tiradero municipal, derivado de la disputa entre habitantes de la agencia Vicente Guerrero y la organización 14 de junio.
La dirigente de comerciantes ubicados en el primer cuadro de la ciudad indicó que esta situación resulta de suma preocupación porque se dan precisamente en la antesala al desarrollo de la Guelaguetza y el inicio de la temporada vacacional.
Si bien -señaló- la gran mayoría no se dedica al turismo, un gran porcentaje dependen de las divisas que genera. En la medida de que se lleven a cabo bien las fiestas habrá derrama económica, dijo.
La problemática entre la organización y los habitantes de la Vicente Guerrero que estalló hace un mes, está absorbiendo a la capital pues a raíz del bloqueo a la carretera que conduce al tiradero municipal cientos de toneladas de basura se están acumulando en la calle, principalmente en el Centro Histórico.
Uno de los puntos más críticos por la cantidad de desechos orgánicos e inorgánicos, se estableció sobre la calle de Aldama entre los mercados Benito Juárez y 20 de noviembre.
En este punto incluso la calle quedó cerrada al paso vehicular ya que se han acumulado al menos 30 toneladas de basura, según cálculos de los comerciantes.
Conforme avanza el día el olor se ha vuelto insoportable, tan es así que algunos de los comerciantes instalados sobre la calle de Aldama decidieron retirarse y otros más, colocar pabellones de plástico para proteger un poco su mercancía.
Locatarios del mercado denunciaron que ante la contingencia, el lugar fue tomado como basurero a cielo abierto por los restaurantes cercanos a la zona, que sumada a la basura de los comerciantes de los mercados, formaron una montaña de desperdicio de más de dos metros de altura.
Alín, comerciante de ropa típica, señaló que si bien toda la ciudadanía esta afectada con el bloqueo al tiradero municipal, ellos están doblemente afectados ya que la presencia de la basura frente a su establecimiento ha ahuyentado a la clientela.
Por su parte, visitantes de otras partes del país lamentaron la situación permanente de caos social que vive la capital, ya que ello aleja al turismo.
