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Será Frontispicio un lugar para la cultura

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Un pequeño libro de Los aforismos de Hipócrates que data de 1700, escrito en latín y forrado de papel pergamino, junto con otros 3 mil ejemplares antiguos y piezas anatómicas reales, son parte de los elementos que conformarán la biblioteca y el área museográfica del frontispicio que se abrirá al público en marzo próximo.


Desde hace 51 años ese espacio que data del Siglo 17 es parte de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), cuyo director Luis Manuel Sánchez Navarro, detalló que la conjunción de esfuerzos para restaurar un “edificio de estilo neoclásico emblemático” para esa institución y la sociedad.


Edificio emblemático


A petición de su esposa María Maceira, originaria de San Luis Potosí, en 1913, el abogado Miguel Bolaños Cacho le mandó a construir una casa tipo griego en la Hacienda de Aguilera, muy similar a las que ella veía en California, Estados Unidos, donde radicó.


La propiedad fue habitada por poco tiempo. En 1914, Bolaños Cacho se convirtió en Gobernador y en 1955 el Gobierno del Estado donó el edificio a la UABJO.



Desde 1958, ese espacio pertenece a la Facultad de Medicina. Fue utilizado como biblioteca, dirección y aulas en la planta baja, pero los sismos de 1999 lo dañaron y se cerró.



Quienes han dedicado horas y esfuerzo a rescatar el frontispicio. De derecha a izquierda: Luis Manuel Sánchez Navarro, Samuel León Tapia, Mayolo Silva López y Miguel Ángel Reyes Franco.  FOTO: Mario Jimenez Leyva

En la administración del ex director Miguel Ángel Reyes Franco se formó un patronato que consiguió que el Gobierno del Estado destinará recursos para su restauración.


Mayolo Silva López, actual secretario de dicho patronato, especificó que se han destinado alrededor de 12 millones de pesos a las obras de restauración, la mitad en obra y el resto en adecuaciones para que sea abierto al público.


Alistan apertura


Aunque todavía no se define el nombre que tendrá cada uno de sus espacios, el tesorero del patronato, Samuel León Tapia, sí tiene la certeza que contará con una sala de eventos solemnes, un museo de la medicina y una biblioteca de libros únicos y antiguos, con 3 mil volúmenes.


En esa biblioteca, que contará con una sala de lectura, se han montado ya la mayoría de libros, como el de Medicina Moderna de Osler's, editado en 1910; Lea & Febiger o el de Farmacopea de Dioscórides, de 1550, que por su antigüedad está bajo resguardo de la Biblioteca Francisco de Burgoa.



“Representa un hecho histórico para la Facultad de Medicina, porque este monumento estuvo abandonado desde 1973 que se cambió la biblioteca y la dirección, convirtiéndolo en un almacén, destacó Reyes Franco.


Para visita y estudio


La conjunción de esfuerzos ha hecho que se embellezca su interior, restaurando techos, paredes y molduras originales, colando piso, ventanales, libreros y sillas de cedro, una réplica de las originales que estarán en la sala de eventos magnos.



El cuerpo de una recién nacida tratado con la técnica en glicerinización es de las piezas que se mostrarán.  FOTO: Mario Jimenez Leyva

En la planta baja se trabaja para montar el museo de medicina, con área de anatomía con dos esqueletos antiguos, fetos de 28 semanas en inclusión de resina, piezas anatómicas reales musculares y del sistema nervioso, un murciélago plastinado o un cuerpo humano cortado a la mitad.


Se contará también con una sala de hidrología y patología, en la que se instalan cinco microscopios antiguos que ayuden a mostrar los tejidos del cuerpo humano; una sala historia de la medicina antigua, desde los griegos a la edad media; otra de medicina prehispánica, una más de medicina moderna; una botica y las escenografías de una sala de parto antigua al igual que un quirófano.

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