En las 16 semanas de este 2023 Oaxaca ha reducido en un 24 por ciento la detección de nuevos casos de cáncer de mama, pero aún así, avanzó del sexto al quinto lugar nacional de incidencia de un tumor que en 2021 ocasionó la muerte de 181 mujeres.
La Secretaría de Salud Federal reporta en este 2023, 262 casos de cáncer de mama, 14 de estos en hombres, lo que representa 81 menos que los 343 acumulados a la semana 16 del 2022.
El riesgo que representa que el cáncer de mama se vaya a otras partes de su cuerpo o les arrebate la vida por falta de tratamiento oportuno, pacientes del #ISSSTE en #Oaxaca demandaron este lunes la basificación de dos médicos oncólogos.https://t.co/qgPMXA6MTD pic.twitter.com/Llnm4UiGk3
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) April 25, 2023
El primer lugar lo mantiene Jalisco con mil 22 nuevos casos, seguido de Ciudad de México con 795, Veracruz con 704, Estado de México con 362 y Oaxaca con 262 en quinto lugar.
A nivel nacional la incidencia de nuevos casos de cáncer de mama casi no ha variado porque, a diferencia de los 6 mil 155 en 2022, en este 2023 se reportan 6 mil 158, 137 de estos en hombres.
Al ser #Oaxaca la sexta entidad del país con más casos detectados de cáncer de mama, es imprescindible que la problemática sea regresada a ver a la brevedad con responsabilidad, compromiso y seriedad tanto por nuestros mandatarios.
Nota: Giovana Martínez pic.twitter.com/r1Bnnn4Ibv— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) February 4, 2023
Para Anabel, quien en marzo de 2020 recibió el diagnóstico de cáncer de mama en etapa tres, que le explicaron era “uno muy avanzado”, recibir la noticia fue algo “ligero” porque se propuso no darse tiempo para llorar, sino para dar paso a su sanación que llegará después de cinco años de tratamiento oncológico.
Lo más difícil de vivir con el cáncer de mama es “el día a día, porque no sé si voy a estar despierta mañana, cuando amanezca”, dice con un ánimo que no muestra ningún rastro de enfermedad.
De cabello corto, Anabel se maquilla, peina y viste como si fuera a presentarse a la escuela de donde se jubiló como maestra de educación física, lo que demuestra que ni el envejecimiento o la desatención a su cuerpo están en su cotidianeidad, menos después de que le retiraron el seno derecho.
“Se me hizo ligero desde que me lo diagnosticaron, lo lloramos en casa, pero traté de ganarle tiempo al tiempo; no perdí tiempo ni tuve tiempo para llorarlo, estuve metida en sanar; mi estado de ánimo siempre fue positivo”, dice una sobreviviente que se enorgullece de su fortaleza.
Lo que sí, Anabel reconoce que hubo noches en las que “se venía para abajo” y debía permitirse llorar sin control, sobre todo “cuando estaba sola en una recámara; pedía mucho para sanar”, pero en esos mismos momentos ella misma decidía volver a despedirse de las lágrimas y a pensar que sí iba a sanar.
En México, el cáncer de mama se ha convertido en la primera causa de muerte en mujeres que, como Anabel, intentan, a toda costa, no ser parte de las estadísticas de defunción.
