Antes de que finalice julio el Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso retomará los procedimientos quirúrgicos para corregir aneurismas -una especie de globo de sangre que nace en las arterias del cerebro- que por cinco años suspendió por la falta de equipo que permita mayor precisión y reduzca el riesgo de afectar la funcionalidad y calidad de vida del paciente.

Las cirugías serán posibles una vez que este lunes el servicio de neurocirugía del Hospital recibió un microscopio Zeiss Tivato 700 y ya hay tres primeros pacientes en lista de espera para que se les programe una cirugía que requiere de un equipo interdisciplinario.

El responsable del servicio de neurocirugía, José Antonio Ramírez Ceballos, explicó que a pesar de contarse con cinco neurocirujanos que atienden en los diferentes turnos se realizan procedimientos principalmente urgentes para corregir problemas por los cinco o seis traumatismos craneoencefálicos que reciben al día por accidentes viales, los cuales representan el 60 por ciento de las atenciones.

“Existen problemas, como la aparición de tumores, sangrados, aneurismas, hidrocefalias que representan el otro 40 por ciento de patologías del cerebro que atendemos y hacen a la población requerir procedimientos quirúrgicos con mayor precisión y exactitud para generar un menor daño al cerebro”, explicó.

El especialista que en 29 años ha realizado alrededor de 3 mil 500 cirugías cerebrales, de las cuales 230 implicó la corrección de un aneurisma, detalló que esta problemática afecta en promedio al 10 por ciento de la población, pero difícilmente se diagnostica a tiempo: “La mayoría no lo sabe y pueden enfrentar un dolor de cabeza muy intenso, pérdida del conocimiento, disminución de la fuerza en la mitad del cuerpo o tener crisis convulsiva”. 

Ramírez Ceballos explicó que por ser milimétrico, un aneurisma puede detectarse con una  tomografía de cráneo y “aunque no sangre, la indicación es operarlo porque en algún momento se va a romper”.

Engrapar el aneurisma

En el mundo el 93 por ciento de estos problemas se corrigen “abriendo la cabeza, utilizando un microscopio como el que acabamos de recibir y engrapando el aneurisma con un clip de titanio de grado médico que puede medir de 6 a 14 milimétros, ”, por lo que una cirugía exitosa permite a los pacientes llegar despiertos a su cama de hospital y lograr una recuperación en su totalidad.

En Oaxaca la primera área de neurocirugía se formó en 1964 en el Hospital Valdivieso con el doctor Jorge Ayala Villareal, pionero de esta especialidad. En 1994 se integró el especialista José Antonio Ramírez y sólo falta un neurocirujano para que con seis puedan cubrir todos los turnos: mañana, tarde, noche, fines de semana y nocturnos.

Aún así, el servicio de neurocirugía del Hospital Valdivieso es el más grande en Oaxaca y con la llegada de un nuevo microscopio se plantean retomar el ritmo de cirugías cerebrales que “en los mejores tiempos eran de 50 a 60 procedimientos al mes” y se llegó a una etapa a la baja que sólo permite un promedio mensual de 15 a 20.