Un mes después de que a Esmeralda se le retirara la matriz de emergencia y que su hija Lupita haya nacido con asfixia severa tras la ruptura de útero, la familia sigue en espera de justicia y sanciones para el personal del Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso que demoró en la atención ginecobstetra.
“Sigue internada en pediatría, su situación es crítica porque si hay muerte en el cerebro, eso también puede repercutir en el funcionamiento de lo demás órganos”, explicó Uriel López, esposo de Esmeralda y padre de Lupita, quien desde que nació el pasado 7 de marzo fue desahuciada.
A lo largo de este mes su familia ha confiado en un milagro y lidia con el temor de que contragia alguna infección intrahospitalaria por tanto tiempo de internamiento y de estar expuesta a un ventilador mecánico, el cual ayuda a sus pulmones a respirar.
En entrevista, Uriel López reconoció que deberán esperar los tiempos que marca la Comisión Estatal de Arbitraje Médico y la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca para que avancen las quejas que se interpusieron casi de inmediato.
El 6 de marzo pasado el Centro de Salud con Servicios Ampliados de San Jacinto Amilpas refirió a Esmeralda al Hospital Valdivieso para que atendiera el trabajo de parto que cursaba, ya que por alteraciones en su presión arterial (preeclampsia) y se les dificultaba atenderla en esa situación de riesgo.
Una vez que ingresó al Hospital Valdivieso la presión arterial de Esmeralda se estabilizó y a pesar de que detectaron circular de cordón umbilical, definieron esperara que el parto siguiera su curso.
Por la madrugada del 7 de marzo pasado el sangrado vaginal en Esmeralda hizo que el personal de enfermería y médico detectara que su útero ya estaba roto.
La cesárea llegó cuando se bebé llevaba más de diez minutos en la cavidad abdominal de su mamá, sin poder respirar.
La bebé nació con asfixia severa y a los días siguientes se confirmó la muerte cerebral.
A Esmeralda le retiraron de emergencia la matriz y aún hospitalizada sus familiares acusaron de inmediato de negligencia médica y violencia obstétrica, e incluso marcharon como protesta.
En esas protestas su esposo Uriel fue atendido por personal de la Dirección de Gestión de la Secretaría de Gobierno, y en particular Edgar Gandarillas ofreci atención psicológica y médica para Esmeralda, pero hasta el momento no se ha dado nada.
“Mi esposa refiere malestar en el estómago, piquetes en el intestino, se requiere que le hagan un estudio para determinar por qué ha tenido esa molestía”, pero no les queda más que esperar a que el ofrecimiento se cumpla.
