JERUSALÉN, Israel.- Con una mezcla de desprecio y enojo, Israel rechazó votación final en el Consejo Ejecutivo de la UNESCO referente a Jerusalén, mientras los palestinos, que la promovieron y la presentaron a través de siete países musulmanes, celebraron el resultado.
El borrador en cuestión hace caso omiso al vínculo histórico del pueblo judío con la zona en la que están hoy la mezquita de Al Aqsa y Haram al-Sharif.
Los judíos la llaman el Monte del Templo dado que siglos antes del nacimiento del Islam habían estado allí el Primer Templo sagrado -construido por el Rey Salomón- y el Segundo Templo -erigido por Herodes-.
Especial enojo despertó el hecho de que tampoco se reconoce lo sagrado del Muro de los Lamentos para los judíos, al llamarlo en su terminología islámica: Al Buraq.
Para el rabino David Rozen, dedicado desde hace años al diálogo interreligioso, el fallo no es serio.
Por su parte, el arqueólogo Gaby Barkai, profesor de la Universidad de Bar Ilan en Israel, asegura que quien altera procedimientos y costumbres de la mezquita de Al Aqsa no es Israel -como argumentan muchos-, sino el mismo Islam.
Por su parte, la arqueóloga Eilat Mazar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo que desconocer el vínculo judío es como cerrar los ojos.
