Texto y fotos: Alexei García
En punto de las 11 de la mañana, doña Karina Vázquez llegó al lugar que ocupa en el tianguis que se instala en las afueras del mercado del municipio de Ocotlán de Morelos, localidad que se encuentra aproximadamente a 30 minutos de la capital oaxaqueña. Una vez instalada, comienza con la venta de diversas flores, que van desde “penumbra” y hasta “perrito”.
Afectados por la pandemia
Doña Karina nació en el municipio de Santiago Apóstol, que se localiza a 20 minutos del lugar donde expende lo que cosecha, pero también el producto que compra una vez que se acabó su cosecha de flores multicolores.
“No, no se acaban a veces”, aseveró en entrevista para NOTICIAS Voz e Imagen de Oaxaca, en relación a sus flores, que es la mercancía que da de comer a toda su familia, pues mientras ella se encuentra ofertando a los clientes, su esposo trabaja en el campo.
Para poder llegar hasta el municipio de Ocotlán de Morelos viaja en un taxi, que eleva el costo del traslado dependiendo de la cantidad de producto que haya decidido poner a la venta; 40 o 30 pesos son los que le cobra la unidad de transporte.
Con la llegada del coronavirus a nuestro estado, las autoridades municipales tomaron diversas medidas y una de ellas en este municipio conurbado fue prohibir durante un tiempo la instalación del tianguis, lo que derribó la fuente de ingresos de doña Karina.
Cuando recibieron el permiso para poder regresar e instalarse en donde acostumbran, comenzaron a reactivarse las ventas tan solo en un 10 por ciento, por lo que ha sido difícil para ella enfrentar este camino de pérdidas del orden del 90 por ciento.
Una venta variable
“A veces sí, a veces no hay venta, poquito vendemos. Cuando hay venta vendemos chulito, pero cuando no hay venta, pues poquito”, comentó. Además, cuando no vende sus flores, las guarda para el siguiente día, con la esperanza de que en su semana laboral mejore la situación.
Aseguró que es más fácil realizar la venta de flores en Ocotlán que, por ejemplo, en el municipio de Santiago Apóstol, pues mucha más gente llega a la tierra que vio nacer al maestro Rodolfo Morales.
El puesto de doña Karina Vázquez se encuentra flanqueado por otros dos, mismos que se encuentran a su vez en constante competencia para poder lograr terminar toda la flor que trasladaron hasta su punto de venta.
A pesar de que el domingo 6 de febrero, la presencia de visitantes en el tianguis fue baja, las vendedoras no perdieron la fe en que podrán vender todo lo transportado. En caso de que no logren su cometido, tendrán toda la semana para poder asegurar sus ingresos.
La retirada
En punto de las seis de la tarde, doña Karina recoge toda la flor que le sobró, limpia su área de trabajo y se traslada a donde salen los taxis colectivos. En su monedero lleva las ganancias del día, sabiendo que por hoy no habrá hambre en su hogar, pero también segura de que regresará al otro día, tal como ha ocurrido durante los últimos 25 años.
20
minutos dura el viaje de Santiago Apóstol a Ocotlán
30-40
pesos cobra el taxi colectivo
25
años de vender flores lleva Karina Vázquez
11:00
hora en que comienza la venta de flores
6:00
hora en que termina la venta de flores
