Las y los jóvenes que han comenzado la vida laboral, comparten que la falta de empleos con prestaciones de ley, se debe a la inflación y desconocimiento sobre cómo administrar las finanzas que se preocupen por su futuro.
Aunque algunos cuentan con seguro médico, de ahorro y funerario por parte de sus empleos, saben que estos no son seguros, por lo que nombran a su futuro como incierto.
Monserrat García, trabajadora de una empresa de marketing, afirma que conforme ha ido creciendo, se ha dado cuenta de la importancia de tener un patrimonio, así como pensar en la vejez.
Menciona que actualmente no cuenta con un seguro de gastos médicos o de vida, pero con la pandemia por la COVID-19 se ha dado cuenta que es importante tenerlo para en un futuro, por alguna enfermedad que se presente, este pueda cubrir esos gastos.
“La edad y las enfermedades por las que vas pasando me hacen pensar que es urgente adquirir un seguro de vida porque es un ahorro que voy a tener en el futuro cuando ya no tenga la capacidad de realizar algún trabajo”, señala.
Por su parte, Elizabeth Alcántara, quien es profesora, afirma que no ha pensado en su vida a futuro; aunque tiene seguro de gastos médicos por su profesión, no se ha preocupado por adquirir otro, pero sabe que es necesario, pues muchas veces el sistema de salud público es deficiente.
Confiesa que no se ha preparado para el futuro, pues la quincena apenas y le alcanza, no cuenta con un plan de ahorro y aunque ha pensado en invertir, no sabe en qué y cómo hacerlo.
Señala que aunque tenga trabajo estable, no tendrá jubilación, por lo que es necesario que comience a ahorrar para su vejez para tener una vida digna y en caso de enfermarse o alguna emergencia, cuente con el dinero suficiente.
Eduardo Velásquez, quien es profesor de primaria, comparte que contrario a la generación de sus padres y abuelos, estos años y los que vienen serán muy difíciles por la inflación.
“No vale lo mismo nuestro peso actual que el de hace veinte años”, asegura.
Relata que ha visto que todo ha ido aumentando de precio, y es más complicado adquirir algún bien mayor, por lo que asegura que es una etapa complicada para su generación.
Agrega que actualmente en todos los empleos pagan poco y en los empleos que son de personas que no estudiaron una licenciatura, los salarios son aún más bajos.
“Claro que es más difícil la vida actual; conseguir una casa o un terreno no es igual de sencillo que hace 20 o 30 años”, manifiesta.
Las personas entrevistadas coinciden en que es importante empezar a ahorrar para el futuro, pues aunque ahorita algunos tengan un trabajo estable o temporal, no garantiza que siempre va a ser así.
“Debemos aprender a tener educación financiera. Llevar una libreta de gastos y saber qué es lo que consumes, es una gran ayuda para tener en cuenta en qué estás gastando y viendo si son necesarios realmente; desde la adolescencia se debe tener ese hábito con el poco ingreso que se tenga”, recomienda Eduardo.
Asimismo, subraya que nunca se debe creer que los peores escenarios no van a pasar, pues “estamos a un desastre natural de estar sin casa, estamos a una enfermedad o un accidente de perderlo todo y vivir en la calle”.
Por su parte, Monserrat lamenta que las y los jóvenes muchas veces procrastinan o gastan de más en cosas innecesarias pensando que la vejez no los va a alcanzar, pero entre más rápido se planee, mayores son tus oportunidades para acceder a una vejez digna.
Para saber
Seguro médico y plan de ahorro, lo que más les preocupa a los jóvenes.
Sin trabajo estable y jubilación, el mayor temor.
Hace 20 años, la vida no era igual que actualmente, aseguran.
