Durante la sesión de cabildo del municipio de Oaxaca de Juárez, mujeres desplazadas triquis, protestaron para solicitar espacios para comercializar sus productos durante las fiestas de Guelaguetza.
Con pancartas en mano y una lona, las mujeres impidieron el paso de los trabajadores y ciudadanos al palacio municipal ubicado frente a la Plaza de la Danza, para exigir 42 espacios para vender.
Esta no es la primera vez que este grupo encabezado por Sergia Zepeda arriba a este espacio para exigir espacios en la vía pública, esta práctica es recurrente desde que fueron desalojadas de los arcos de Palacio de Gobierno donde vivían.
La representante del grupo, asegura que en diciembre, cuándo las desalojaron de Palacio de Gobierno, les prometieron que las iban a reubicar, situación que no ha sucedido, por lo que han protestado constantemente para que se les permita comercializar sus productos.
Dijo que desde hace ocho meses no han podido trabajar vendiendo artículos artesanales, por lo tanto, no han podido alimentar adecuadamente a sus hijos.
Lamentó que a otros grupos de comerciantes les den preferencia, cuando ellas no cuentan con vivienda digna ni otros derechos porque desde hace 12 años fueron desplazadas de su comunidad en San Juan Copala.
“Nos quedamos desprotegidos, no tenemos casa, no tenemos dónde vivir y nos están negando un espacio de trabajo, consideramos que es una injusticia”, dijo.
La representante expresó que el gobierno del estado no ha cumplido con el retorno seguro de las familias, por el contrario, dijo que la mayor parte del tiempo las han intimidado y violentado a través de los cuerpos de seguridad.
Las mujeres triquis aseguran que la violencia en Copala es real y muchas familias se encuentran desplazadas en diferentes lugares y pese a que durante varios años han exigido al gobierno las garantías, no hay una respuesta favorable al tema.
Detalló que este grupo fue desplazado desde el mes de septiembre del 2010 y dos años después el gobierno les aseguró que no existían las condiciones para un retorno seguro, pero más sin embargo, las apoyaron con alimentación y vivienda, pero en la actualidad sólo fueron desalojadas y no hay apoyos.
Señaló que las mujeres triquis son artesanas, por lo que deberían considerarlas para poder tener un espacio dentro de las actividades de Guelaguetza para comercializar sus artesanías.
“Nos quedamos desprotegidos, no tenemos casa, no tenemos dónde vivir y nos están negando un espacio de trabajo, consideramos que es una injusticia”.
Sergia Zepeda, Representante de los manifestantes
