Ana Lilia Pacheco
Desde hace seis meses, Thalia Ruiz y sus compañeras, quienes se dedican al trabajo sexual han sido violentadas por elementos de la policía municipal y el propietario de un hotel que recientemente se abrió, por lo que han presentado una denuncia ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y la Dirección de Seguridad Pública del municipio de Oaxaca de Juárez.
Relató que durante sus citas médicas a la Subdirección de Control Sanitario, ha reportado a los elementos policiacos; no obstante, las agresiones verbales y físicas no terminan, por lo que decidió hacer la denuncia correspondiente ya que cuenta con permiso y está dentro de la “zona tolerada”.
El Reglamento para el Ejercicio de la Prostitución del municipio de Oaxaca de Juárez fue publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado el 3 de julio de 1993 y señala en el artículo 5 que corresponde a la Dirección de Sanidad vigilar el cumplimiento de este y demás disposiciones sanitarias así como sancionar la conducta de los sujetos y de todas las personas que contravengan con el reglamento.
"No se cual sea su coraje"
Thalia declaró que ha solicitado a los elementos de la policía que le muestren un documento emitido por la Subdirección de Control Sanitario en el que se indique que no pueden trabajar en el espacio ubicado en la calle de Mier y Terán, donde se ha desempeñado desde hace varias décadas; no obstante, no se lo han presentado.
Compartió que algunas de las actitudes de hostigamiento que ha sido víctima ella y sus compañeras por parte de los elementos de policía son palabras altisonantes, jaloneos, además de que al conseguir un cliente, en ocasiones, las bajan del vehículo y a los conductores los amenaza con exhibirlos.
“No sé cuál sea su coraje, pero tuve que acudir a las autoridades porque es un uniformado y yo una civil”, afirmó.
La trabajadora detalló que desde hace seis meses se colocó un módulo de vigilancia de la policía municipal, lo cual afectó a sus ingresos, además de que en meses pasados colocaron en la calle de Mier y Terán unos reflectores y un vehículo para ahuyentar a sus posibles clientes.
Afirmó que el tema con el elemento de la patrulla 187 ya se ha vuelto personal, pues anteriormente no había tenido problemas con ningún policía ni municipal ni estatal.
A pesar de que el pasado 28 de septiembre de 2021 envió un oficio al director de la Policía Municipal para que tome cartas en el asunto, no han obtenido respuestas favorables.
Subrayó que a pesar de que Mier y Terán fue la primera calle en la que se autorizó para que ejercieran el trabajo sexual, las cinco trabajadoras que ocupan todos los días esa vialidad han sido amedrentadas.
“Sólo es a nosotras a quienes nos hostigan, a nuestras demás compañeras no. Cuando se para un carro, llega la patrulla y nos pide que caminemos, con el altavoz comienza a decirle al posible cliente que circule; no nos dejan trabajar”, lamentó.
Thalia compartió que les ha notificado al personal de las áreas de diversidad sexual del municipio sobre el comportamiento de este policía, incluso ha sido testigo de las agresiones.
“La licenciada ha visto el léxico que tiene este señor y ha escuchado cómo me dice que me va a correr y eso es una amenazada para mí y mis derechos”, aseguró.
