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Para el investigador del laboratorio de Biodiversidad de la Escuela de Ciencias de la UABJO, Ricardo Balam Narváez, cada incendio forestal contribuye a un calentamiento regional.
“El hecho que se quemen muchísimas hectáreas de plantas y árboles genera dióxido de carbono que se devuelve a la atmósfera y contribuye al calentamiento regional”, además de que daña procesos ecológicos como el ciclo del agua, alertó.
En entrevista a propósito de incendios en áreas naturales protegidas como en Chimalapas, y el más reciente en Tepelmeme Villa de Morelos, que se reactivó hace diez días, el especialista consideró que la población debe cuidar los recursos naturales porque “de alguna manera intervienen en los procesos ecológicos”.
#Incendios | 🔥Un incendio se registra en la selva alta de los Chimalapas y ha consumido más de mil 800 hectáreas de pinos y pastizales, en tanto otra conflagración se extiende en 3 comunidades de la Sierra Mixe-Zapoteca, en el Istmo de Oaxaca. https://t.co/aJJZkPsQKt
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) March 11, 2024
Además de que un incendio que devasta cientos de hectáreas concentra gases de efecto invernadero y humo que se devuelve a la atmósfera, propiciando un calentamiento global, pero que se resiente en la región donde ocurre.
De manera específica, dijo que un incendio en un área protegida causa un daño de amplio espectro que no se alcanza a dimensionar con exactitud.
“Perecen muchísimas especies. Nunca vamos a tener el dato porque la mayor parte de la biodiversidad de Oaxaca no ha sido inventariada. De los 30 distritos que componen Oaxaca solamente en 11 se han hecho inventarios en algunos puntos”, explicó.
De forma preliminar, la Comisión Nacional Forestal estima que el incendio en Tepelmeme Villa de Morelos, #Oaxaca, ha consumido hasta el momento cerca de mil 800 hectáreas, cien más que las reportadas por la Comisión Estatal Forestal. https://t.co/I7wIf02Tjd
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) May 23, 2024
El investigador de la UABJO reconoció que por lo general biólogos y botánicos hacen “un muestreo representativo” por polígonos o cerca de las orillas de las carreteras, “pero hay lugares de poco o nulo el acceso que no se muestrean”.
“Cuando un incendio llega y se perpetúa en las áreas colindantes de los municipios o comunidades, arrasa más adentro, con esas áreas que no han sido inventadas y lo grave es que no sabemos qué es lo que se está perdiendo, cuando a lo mejor por ahí existirán especies nuevas que nunca podremos documentar”, puntualizó.
En el caso de la Reserva de la Biósfera Tehuacán - Cuicatlán que se caracteriza por vegetación endémica de clima seco o árido, que van desde orquideas, fabas y cactus del género Mammillaria o copales del género Bursera.
La @CEPCyGR_GobOax informó que en lo que va de 2024 se han visto afectadas 7 mil 400 hectáreas por incendios forestales, por lo que recientemente realizaron la Sesión de Instalación del Subcomité Regional de Prevención y Combate de Incendios Forestales.https://t.co/4EW76K8Rbp >
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) March 25, 2024
“El hecho que se quemen muchísimas hectáreas de plantas y árboles genera dióxido de carbono que se devuelve a la atmósfera y contribuye al calentamiento regional”.
Ricardo Balam Narváez
Investigador de la UABJO