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Calentamiento regional, efecto de los incendios forestales en Oaxaca

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Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Para el investigador del laboratorio de Biodiversidad de la Escuela de Ciencias de la UABJO, Ricardo Balam Narváez, cada incendio forestal contribuye a un calentamiento regional.

“El hecho que se quemen muchísimas hectáreas de plantas y árboles genera dióxido de carbono que se devuelve a la atmósfera y contribuye al calentamiento regional”, además de que daña procesos ecológicos como el ciclo del agua, alertó.

En entrevista a propósito de incendios en áreas naturales protegidas como en Chimalapas, y el más reciente en Tepelmeme Villa de Morelos, que se reactivó hace diez días, el especialista consideró que la población debe cuidar los recursos naturales porque “de alguna manera intervienen en los procesos ecológicos”.

 

 

Además de que un incendio que devasta cientos de hectáreas concentra gases de efecto invernadero y humo que se devuelve a la atmósfera, propiciando un calentamiento global, pero que se resiente en la región donde ocurre.

De manera específica, dijo que un incendio en un área protegida causa un daño de amplio espectro que no se alcanza a dimensionar con exactitud.

“Perecen muchísimas especies. Nunca vamos a tener el dato porque la mayor parte de la biodiversidad de Oaxaca no ha sido inventariada. De los 30 distritos que componen Oaxaca solamente en 11 se han hecho inventarios en algunos puntos”, explicó.

 

 

El investigador de la UABJO reconoció que por lo general biólogos y botánicos hacen “un muestreo representativo” por polígonos o cerca de las orillas de las carreteras, “pero hay lugares de poco o nulo el acceso que no se muestrean”.

“Cuando un incendio llega y se perpetúa en las áreas colindantes de los municipios o comunidades, arrasa más adentro, con esas áreas que no han sido inventadas y lo grave es que no sabemos qué es lo que se está perdiendo, cuando a lo mejor por ahí existirán especies nuevas que nunca podremos documentar”, puntualizó.

En el caso de la Reserva de la Biósfera Tehuacán - Cuicatlán que se caracteriza por vegetación endémica de clima seco o árido, que van desde orquideas, fabas y cactus del  género Mammillaria o copales del género Bursera.

 

 

 

“El hecho que se quemen muchísimas hectáreas de plantas y árboles genera dióxido de carbono que se devuelve a la atmósfera y contribuye al calentamiento regional”.

Ricardo Balam Narváez

Investigador de la UABJO 

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