Ante el fiscal Rubén Vasconcelos Méndez y una veintena de legisladores de la 64 legislatura, la mujer de cabello ensortijado y tez blanca increpó al Poder Legislativo: “¡No es posible que aquí en el Congreso se tolere y proteja la violencia en contra de las mujeres”.
La comparecencia del funcionario estatal había llegado a su fin por falta de quórum, pero la mujer atrajo de inmediato la atención de todos los presentes. “No es posible que se proteja a una persona que atentó contra la dignidad de una compañera”.
El fiscal y los diputados observaron con sorpresa la denuncia, que se hizo pública en la víspera, mientras la joven señalaba a la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Laura Estrada Mauro, de proteger a la persona señalada de acoso sexual.
Enredan a El Gato
De pie desde las gradas antes de llegar al salón del pleno, la mujer también increpó al diputado priista Gustavo Díaz Sánchez, alías El Gato, que momentos antes había recomendado al fiscal proteger a las mujeres, “porque nosotros, los hombres, como sea agarramos un machete o un arma…”.
“A las mujeres, diputado, en su región a la mayoría las matan a machetazos y balazos, eso se llama feminicidio; y usted hace rato lo que dijo lo hizo fuera de contexto, así que hacemos un llamado para que de verdad legislen a favor de las mujeres. No queremos más violencia porque el acoso sexual precede al feminicidio”.
Oídos sordos
Aunque ni el fiscal ni la presidenta de la Jucopo intentaron, al menos, acercarse a la fémina. Por el contrario, ambos buscaron la manera de salir rápido de la sala para evitar mayores explicaciones, así el fiscal fue conducido al estacionamiento para abordar su vehículo y Laura Estada Mauro, acompañada de su esposo, apresuró el paso para llegar hasta el elevador del edificio de oficinas de los legisladores.
Dos reporteros lograron alcanzar a la presidenta de la Jucopo en el elevador y, al ser cuestionada sobre la denuncia, Estrada Mauro aseveró que ya había denunciado los hechos y se había suspendido temporalmente a la persona señalada del ilícito. Nada dijo de su supuesta cercanía con él. Apretó un botón y la puerta se cerró.
La denuncia es grave porque se afirma que un trabajador al servicio de la presidenta de la Jucopo grabó con un teléfono celular a una compañera de trabajo en los baños de las instalaciones de la Cámara de Diputados.
Más tarde la oficina de prensa del Congreso difundiría un oficio a través del cual el grupo parlamentario de Morena, pero firmado únicamente por la diputada Laura Estrada “Maura”, con fecha de recibido 4 de febrero del año en curso, solicita al fiscal general del estado Rubén Vasconcelos Méndez investigar la denuncia que se hizo a través de un medio de comunicación.
Y justifica: “Estoy comprometida con acabar con la violencia en contra de la Mujer. Mi grito se une al de todas las mujeres oaxaqueñas para evitar y detener la ola de violencia en contra de ellas. De igual forma reitero mi respeto al principio de inocencia por lo cual dejo en las manos de las instituciones especializadas la búsqueda de la verdad y que se actué conforme a la ley”.
No hay más firmas, ni más nombres.
