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Mujeres artesanas en el Congreso de Oaxaca; ni celebración ni apoyo

Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

En el Día Internacional de la Mujer, doña Alejandra Ortíz tuvo que levantarse a las 3:00 horas en su humilde casa de Magdalena Peñasco, Tlaxiaco, para recoger la palma, guardar algunos de los productos que elabora en una enorme bolsa de plástico, tomar otra bolsa con pan y tlayudas e iniciar su viaje a la capital del estado.


Con sus 60 años a cuestas, arribó a las 8:30 horas a la sede del Congreso del estado para participar en una expo-venta con motivo de la efeméride, con la esperanza de obtener algunos ingresos que le permitan apoyar económicamente a su familia.


Ataviada con una falda blanca de manta, una blusa de cuadrícula roja con blanco y zapatos de plástico negro, la mujer tendió su puesto frente al acceso principal del Congreso estatal.


Tejedora de palma


Sobre la mesa cubierta con un pedazo de trapo blanco, colocó sombreros, bolsas, alhajeros, collares, monederos, cubiertas de botellas y otros objetos de palma; junto a bolsa y monederos de plástico tejidos como si fueran del mismo material. Bajo el toldo blanco, tomó asiento en una silla plegadiza de hierro y, mecánicamente, sus manos morenas comenzaron a entretejer la palma, cual moderna Penélope, en un Ítaca de concreto, pero igual de desolado.


Chaparrita, de cuerpo macizo moreno y cabello entrecano recogido en dos trenzas con listones rojos, Doña Alejandra espera paciente a los posibles compradores; mientras tanto, evoca que a los 10 años aprendió a tejer palma, gracias a las enseñanzas de su padre. “Él se iba al campo a cuidar a los animales y, mientras tanto, se sentaba bajo un árbol a tejer sombreros”.


La aspiración


“Nosotros queremos un lugar para poder vender lo que hacemos, porque en el pueblo como todos hacen esto nadie compra; este es un trabajo muy laborioso pero mal pagado, por docena de sombreros nos dan 60 pesos, lo mismo que nos cuesta el rollo de palma, entonces no nos queda mucho y el trabajo cansa”, expresa en un español cuatrapeado por el mixteco, su lengua nativa.


-¿Cuántas palmas ocupan por sombrero?


-Tres.


Mientras en el salón del pleno del Palacio Legislativo se desarrolla el Congreso Estatal de Mujeres Oaxaqueñas 2017 con proliferación de discursos y soflamas, la participación de la cantante Martha Toledo, bailes y música, Doña Alejandra señala que en su pueblo no hay más opciones que el trabajo de campo y la artesanía de palma.


-¿Entonces quién les compra su producto?


-Pues allá llega un señor que se lo lleva todo, pero muy barato.


Relata que acudió al Congreso a invitación de una mujer, para ver si vendía algo, pero el viaje es largo y costoso.


-O sea que necesitan vender bastante para que salga el viaje.


Costoso viaje


-Pues sí, porque de Magdalena Peñasco a Tlaxiaco el taxi nos cobró 150 pesos y salimos a la tres de mañana; después 120 de Tlaxiaco a Oaxaca y los pasajes del colectivo de la ciudad al Congreso. Aproximadamente 600 pesos de ida y regreso, más comidas, el baño y la cuota para el pago de toldos y sillas.


En el vestíbulo del salón del pleno, en cuatro mesas se sirve tamales, canapés y café a los participantes del congreso estatal de mujeres, pero a diferencia de las trabajadores del Poder Legislativo e invitadas al evento oficial, Doña Alejandra desayuna una tlayuda de maíz amarillo y salsa de tomate, que vierte de una pequeña jícara de plástico de color rojo que mantiene en el piso, acompañada de agua que sorbe de una botella de plástico.


Sus ojos brillan vivaces cuando manifiesta que por lo menos ya tiene un pedido de una docena de alhajeros. “Algo, es algo”.


-¿Y cuánto valen cada alhajero?


-20 pesos cada uno 240 la docena.


Junto con otras mujeres artesanas, que tuvieron que laborar este día para poder obtener algún ingreso, Doña Alejandra ofrece sus productos a quienes se acercan a las mesas. “Llévese el alhajero, está barato y muy bonito”, en tanto las manos continúan incesantes tejiendo la palma.


La edecanes improductivas


En el salón del pleno, una edecán paga 500 pesos a una docena de señoritas que recibieron a los invitados e invitadas ataviadas, con trajes regionales. “Vamos a tener más eventos y las vamos a seguir llamando, aquí está su pago”, comenta a las mujeres de cuerpos bien proporcionados, rostros agradables, maneras finas y maquilladas.


En tanto, bajo el toldo del patio del Congreso, Doña Alejandra da una mordida a su taco de tlayuda, para matar el hambre que a las 11:00 horas, ya apremia.


La verdad, ante ella, sentí vergüenza de mencionar que la invitación a vender sus productos es con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer.


El viaje de Alejandra


3:00 horas Magdalena Peñasco, Tlaxiaco            150 pesos


4:00 horas Tlaxiaco-Oaxaca       120 pesos


7:30 horas Oaxaca-San Ralmundo Jalpan 30 pesos


8:00 horas arribo a la Cámara de diputados


Gasto anexo


Desayuno: una tlayuda, una botella de plástico


Comida, renta de todo y sillas, baño


5 pesos, costo de un sombrero; 60 la docena


20 pesos un alahajero de palma; 240 la docena


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