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Burocracia inhibe denuncias por robo

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Los elementos policíacos que informaron a Agustín Martínez Martínez que su automóvil fue cristaleado mientras impartía clases de matemáticas en la escuela secundaria general Moisés Sáenz Garza, sembraron la desconfianza para que el profesor presentara una denuncia.


“Ya sabemos quienes son, pero no los podemos agarrar”, fue la frase que acabó con todo el interés por denunciar un robo que valuó en 4 mil 500 pesos: el estéreo de su automóvil y el cristal de la puerta del copiloto.


El incidente fue monitoreado por las cámaras de seguridad del C4; los elementos policíacos llegaron al automóvil de Agustín, revisaron la guantera, encontraron el número de su esposa y se comunicaron con ella, quien a su vez le avisó del robo.


“El policía me dijo 'ya sabemos que es la banda de los pelones', algo así, que viven en una vecindad del Barrio de Jalatlaco, pero no se dejan agarrar”, una certeza que le hizo valorar a Agustín si invertía tiempo en denunciar.


Al archivo de cifra negra


Bastaron unos minutos para que decidiera sepultar el robo en la cifra negra: “Estaba trabajando, iba a perder mucho tiempo en la denuncia y me urgía ver lo del seguro que me pusieran mi vidrio”.


Esa desconfianza hacia las autoridades para que logren que una denuncia prospere, es parte de los soportes del alto margen de impunidad que tienen los robos, delitos simples que no ameritan cárcel preventiva cuando se identifica a un presunto responsable.


El coordinador del área jurídica y de litigio estratégico del Centro Profesional Indígena de Asesoría Defensa y Traducción, A. C. (Cepiadet), Gerardo Martínez Ortega, refiere que la ciudadanía sabe que denunciar “realmente va a ser un trámite ocioso que no nos va a llevar a ninguna parte”.


Además de que una denuncia “implica dar muchas vueltas”, la atención de las autoridades “es muy tardada”, un factor central que inhibe la presentación de las denuncias.


La salida


La falta de una sanción contundente y las dificultades para recuperar lo robado también inciden para no llegar ante el Ministerio Público.


“El robo es de los delitos que en vez de cárcel otorga distintos beneficios a través de la vía de conciliación o reparación del daño como parte de los Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos”, reconoce.


Sin embargo, lograr esa reparación del daño “es complicado cuando la persona que cometió un delito no tiene dinero, más bien cuando alguien es detenido por robo tiene altas probabilidades de obtener su libertad y que la víctima no recupere lo hurtado”.

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