El Lobo narra la historia de Berenice, quien llega a un pueblo de Zacatecas que refiere como una comunidad tétrica, misteriosa y casi deshabitada, en la que los lugareños parecen ocultar algo todo el tiempo, reflexión que podría estar relacionada con la historia colectiva. Este sitio, que existe realmente, es parte de las reminiscencias de la autora Bibiana Camacho, ya que lo visitaba en su infancia porque es el pueblo de sus abuelos maternos.
Bibiana Camacho no ha vuelto a este pueblo situado realmente en Zacatecas desde hace 20 años y lo que recreó para esta novela es producto de su imagnario, un ejercicio de recuperación de sus memorias de infancia, en el que además aborda nuevamente, con en Tras las huellas de mi olvido, su novela anterior, el conflicto madre-hija.
Autora de la columna Dalias negras, la editora aborda un tema actual y letal, la desaparición de mujeres tratada desde el ángulo de cómo las personas se van ausentando o desapareciendo en circunstancias no del todo claras.
La conciencia del conflicto
En entrevista Bibiana Camacho reflexiona sobre la representación en su escritura del conflicto, sobre todo en el que se suele dar en la relación madre-hija. "Al principio no era consciente, pero creo que sin querer es algo que emerge en mis novelas".
Aunque desde hace tres años estaba escribiendo algunos apuntes de El lobo, fue hasta que Camacho vivió durante seis meses en Oaxaca que completó su proceso de escritura. Siente que tenía que estar en un lugar con diferente ritmo al de la Ciudad de México, para poder sentarse a escribir esta novela.
Misterio y suspenso
Berenice llega al pueblo de El Lobo para trabajar como asistente de investigación de Felicia, una anciana doctora cuya carrera la acredita como una leyenda en su campo de estudio. Desde el primer momento, ella sabe que algo no anda bien en ese lugar.
A primera vista pareciera tratarse de un escenario rural como los hay muchos en el país, rodeado de la inmensidad del campo, aislado de la gran ciudad, hundido en sus costumbres y en el lento avanzar de los días.
Pero muy pronto empieza a revelarse la naturaleza más bien tétrica y misteriosa del lugar: el pueblo está casi deshabitado, se dice que los lobos han sido exterminados pero sus aullidos se escuchan de vez en cuando, los lugareños ocultan algo todo el tiempo, algo relacionado con la historia colectiva.
Con cada día que pasa entre las paredes de la hacienda donde debe realizar su labor, Berenice encuentra nuevos personajes, nuevas presencias, nuevos enigmas, que despiertan su curiosidad, aunque también le inspiran un miedo que no puede explicar.
Esta novela de la escritora mexicana, la tercera editada por Almadía, fue presentada por su autora, que hoy a mediodía participará en compañía del círculo de lectura Las Mujeres por nosotras mismas, con quienes tendrá una charla en la Biblioteca Profesor Ventura.
