El café crece en árboles que pueden alcanzar hasta nueve metros de alto; sin embargo, en la mayoría de los cultivos, se dejan crecer hasta los tres metros para que su recolección sea más fácil.
El grano es en realidad una semilla que se encuentra dentro de una baya de color rojo brillante. Las bayas de café se recogen, se secan y se pelan hasta obtener un grano verde. Así es como se transporta.
Cuando llega a su destino, los granos se tuestan a 260 grados centígrados; después de unos minutos, el grano revienta e incrementa su tamaño. Después de otros minutos, el grano vuelve a reventar y eso significa que ya está listo.
¡Excelente martes!