Pasar al contenido principal
x

Suelta el volante

Foto(s): Cortesía
Redacción

A menudo hacemos, pensamos, decimos, conforme hemos sido educados consciente o inconscientemente, hemos acopiado del mundo, de nuestro entorno, una serie de ideas, actitudes, comportamientos, que reproducimos incluso sin darnos cuenta; no es fácil quitarse el chip de esos mandatos que de algún lado los tomamos, de nuestros padres, maestros, amigos, del contexto donde nos hemos desarrollado.


Algo o alguien nos hace volver en sí de un sueño, que cuando ha sido una experiencia dolorosa o agobiante, decimos que fue un mal sueño. Para dar contexto a lo dicho anteriormente describo un ejemplo; a lo largo de nuestra vida hemos asumido la responsabilidad del mundo, de nuestros entornos, la familia, el trabajo, simplemente la responsabilidad de nuestra propia vida, podría sonar “eso está bien” y tal vez lo esté, pero cuando se cae en un exceso al grado que son motivo de preocupaciones que nos roba el sueño, la respiración, nos carga los hombros, nos hace padecer dolores de espalda, piernas, y esto sin un motivo aparente, entonces paréceme que ya estamos en un umbral de la patología, sino es que en la patología misma.


De pronto en una platica trivial sin profundidad aparente, desde el desenfado alguien nos bromea o ironiza y nos dice una verdad profunda que, si no fuera por esa broma o esa ironía, probablemente no hubiéramos entendido el mensaje profundo y verdadero, dejando de lado por supuesto que no somos hipersensibles, o susceptibles, y preferimos la verdad simple, llana, probablemente cargada de amor por tanto lo asumimos como algo no ofensivo.


Pasando por alto la excesiva tersura de la piel, de pronto nos damos cuenta que dimos pie con bola y podemos respirar fuerte y decir eso es motivos de mis angustias, ansiedades, fardos cargados en nuestras espaldas en el espiral infinito de nuestra mente, entonces y no en otro momento, nos damos cuenta que asumimos paquetes que no son nuestros, tal vez alguien nos dijo “sé responsable del mundo, sé acomedido con las personas, mira antes al que sufre que verte a ti mismo”.


Alguien diferente un día equis te dice: -¿Hasta cuando seguirás cargando el mundo? ¿Te preocupa el destino del país? ¿Está en tus manos resolverlo?-. Hagamos una pequeña lista que es todo lo que te preocupa, resulta que es el país, el clima, el excesivo apego a la vida, el trabajo, la familia cercana y lejana, es decir todo. 


Respira hondo y considera lo siguiente: el mundo, el país, la sociedad, la familia, el trabajo, si es en parte de tu responsabilidad, “en parte” pero no lo puedes resolver todo, por tanto no puedes, no debes angustiarte por todo, relájate, reflexiona, respira hondo, detente, haz bien lo que a ti en su medida justa te corresponde, esto es un arte, esto pasa mucho más en tu mente, confía: “suelta el volante”.


Contacto: [email protected] o al whatsapp: 951 231 9216.


 

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.