Existen hombres y mujeres a los que ni las tragedias conmueve. A ellos no les importa el dolor ajeno, la desesperanza, la tristeza, sólo el interés personal, el lucro, el enriquecimiento a costa de lo que sea. Sólo así se explica que cuatro legisladores del PRI y, otro, de un partido satélite, hayan citado a su coordinadora, María de las Nieves García Fernández, para exigirle un millón de pesos por cabeza para aprobar la iniciativa que autoriza al gobernador contratar deuda a fin de apoyar a los miles de damnificados por los sismos.
Para estos representantes “populares” la desgracia de los oaxaqueños tiene el signo de pesos y no sólo eso, para satisfacer su codicia no dudaron en encandilar a los legisladores del PAN, PT y PRD para exigir un trato igual.
La cita fue en un hotel de la ciudad de Oaxaca y ahí la coordinadora de la fracción priísta tuvo que soportar la pobreza de espíritu de sus compañeros. “Nosotros queremos un millón de pesos para votar a favor de la iniciativa, de lo contrario no la aprobaremos y, entonces, tendrás que negociar con los perredistas o panista, que pueden salirte más caros”, expresaron, sin un ápice de vergüenza.
De poco sirvió el llamado a la cordura y la petición de actuar con un poco de honradez en estos momentos de necesidad del pueblo oaxaqueños. “Nosotros también tenemos necesidades y requerimos de apoyo”, reclamaron tajantes.
La reunión fue tensa, ríspida. De las Nieves Fernández no fue capaz de ocultar su molestia por el mal talante de sus compañeros de bancada. Por diversos medios intentó, una y otra vez, hacer comprender a sus homólogos que la situación requería la solidaridad de todos y no aprovechar el momento para obtener alguna ganancia.
Pero la avaricia pudo más que la cordura. Los priístas y su secuaz no iban a dejar de pasar la oportunidad, sólo porque su dirigente de bancada se los pidiera.
Así las cosas fue necesario que el presidente de la mesa directiva, Samuel Gurrión Matías, tomará su teléfono celular, marcará al gobernador del estado y le planteara la exigencia de sus camaradas de fracción.
“Bueno, si están en ese plan por qué no se lo dice al gobernador; aquí está en la línea, tengan pantalones y háganlo”, señalan los testigos que expresó el representante popular por Juchitán.
Sólo entonces los peticionarios moderaron su lenguaje y sus exigencias.
La versión más verídica, precisa que al otro lado de la línea telefónica el reproche por la actitud oportunista, de chantaje y verdadera extorsión tomó niveles de regaño: ¡No es posible que ustedes pretendan chantajear al gobierno, en esta situación!, ¿Ya se olvidaron de quién soy? ¿Ya se olvidaron qué partido los colocó en esa posición y que también es posible que los sustituyan?
La reprimenda aplacó la osadía de los tres expresidentes municipales, incluida la mujer; el representante empresarial y el diputado del partido satélite del PRI. “Sí señor, cómo no; nosotros vamos a apoyar su iniciativa”.
Después los intrépidos optaron por el ostracismo. Sólo un ex presidente municipal se atrevió a reclamar su actitud a María de las Nieves García Fernández en el salón del pleno del Congreso estatal.
-¡No se vale, eso no se vale!
-¡No, lo que no se vale es lo que intentaron ustedes, eso es vergonzoso!, expresaba la diputada priísta desde su curul, con el rostro transformado por el enojo.
En tanto los otros optaron por la inanición. Se mantuvieron en sus sillones sin levantar la cara, mientras su compañera de odisea optó por abandonar la sala y no asistir a la primera sesión del día.
