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Pierde Roaló cosechas de maíz

Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

SANTA MARÍA ROALÓ, La Trinidad, Zaachila, Oaxaca.- Prácticamente sin maíz se quedó esta comunidad de los Valles Centrales, debido a la pérdida de la cosecha en las aproximadamente más de 300 hectáreas cultivadas, ante la sequía registrada en el segundo semestre del año pasado.


Enormes extensiones con milpa seca y a medio crecer muestran los efectos del estiaje, porque el desarrollo de la planta depende directamente de la temporada de lluvias.


Solamente unos cuantos son los afortunados que cuentan con sistema de riego tecnificado, porque sus pozos aún tienen agua o porque no están azolvados.


Alimento inalcanzable




Matas que se doran por el sol y la sequía. FOTO: Carlos Román Velasco

De este modo, la mayoría de los pobladores comienzan a carecer del grano para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, porque el maíz es el principal ingrediente de su dieta. Tampoco alcanzará para el sustento de sus animales de corral y ganado.


La única salida o posibilidad es la compra del maíz, pero el precio de un bulto de 50 kilogramos ha sobrepasado los 300 pesos y para muchos, es inalcanzable.


El agente municipal, Hilario Avendaño Pérez, dijo que la sequía afectó bastante a la comunidad porque la cosecha en la superficie cultivada, 350 hectáreas en tierras ejidales y 60 de propiedad privada, si acaso alcanzó el 50 por ciento.


“Bastante pesada fue la sequía; llovió poco y se perdió mucho. Si mucho, se logró la mitad de todo lo sembrado”, asentó.


Explicó que la pérdida afecta grandemente a la comunidad porque la cosecha se destina únicamente para el autoconsumo y la alimentación de los animales.


“Cuando la suerte ayuda, todo lo que se recoge es para uno y para los toros, las vacas, los cerdos, los chivos y las gallinas; nada se vende”, señaló.


Las primeras lluvias




Lo que quedó, sirvió solamente como zacate para los animales. FOTO: Carlos Román Velasco

Detalló que la mayoría de los pobladores sembraron el 13 de junio del año pasado, aprovechando las primeras lluvias del temporal, pero después ya no se registró ninguna precipitación pluvial.


Aunque observó que los habitantes sembraban antes, en el mes de abril, cuando la sequía aún no manifestaba sus estragos en la comunidad.


“Hay hasta un refrán de los abuelos que dice ‘quien no siembra en abril o mayo, sólo zacate para el caballo’; pero eso era antes, ahora ya no llueve”, contó.


Ante esta situación, dijo que los pobladores se verán obligados a comprar maíz por bulto, a pesar de sus condiciones económicas no tan favorables.


“Al final, es lo que pasa, hay que comprar maíz; y ahorita no estamos para eso ”, apuntó.


Inversión perdida




La tierra está seca por la escasez de lluvias. FOTO: Carlos Román Velasco

Además, resaltó que los pobladores carecen de recursos financieros para volver a sembrar este año, porque la inversión del año pasado se perdió totalmente.


“Si nos va bien, si hay cosecha, hay alimento para nuestros animalitos y los podemos vender, pero ahora ni para eso alcanzó el maíz”, indicó.


De esta manera, la autoridad municipal dijo que la comunidad se ha puesto como propósito gestionar recursos financieros en los gobiernos federal y estatal para construir una olla, a fin de retener el agua de lluvia y recargar los mantos acuíferos, pues solamente así, los pocos pozos a cielo abierto volverán a tener vida.



"Tengo que comprar maíz, pero ya es prohibido para nosotros por el precio; tampoco tengo para invertir otra vez si quiero volver a sembrar. Si siembro otra vez en las cinco hectáreas, necesito por lo menos siete mil pesos por cada una. Y realmente no tengo dinero”.
Flocelo Cosme Lavariega, pequeño propietario.


“Sembré tres cuartos de hectárea de temporal, pero nos fue mal porque no llovió lo suficiente, casi nada se dio, puro zacate. Tengo un pedacito de riego, son como 20 surcos que sembré en enero pasado para la alimentación de la familia; de ahí sale para la tortilla, el atole, el tejate y los animalitos. Aunque no alcanza y hay que comprar, pero ahora el bulto está caro, ya subió el bulto hasta 360 pesos”. Juana López Santos, pequeña propietaria.


“Como no llovió mucho, se dio bien poquito; ha habido años en que se pierde toda la cosecha, en que se pierde todo, a pesar de que es tierra buena. Por eso, como ya no ha llovido, sembré poco, como dos hectáreas, pero no se dio mucho, ni la mitad siquiera; lo que queda solamente sirve como pastura para los toros, las vacas, los chivos. Ahora hay que comprar maíz porque se acabó lo poco que se dio, aunque el bulto ha subido mucho, está por encima de los 300 pesos". Julio César Lavariega Torres, campesino.

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