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Pasado histórico vibra en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

La explanada del parque El Llano es popular en Oaxaca por albergar exposiciones culturales, ferias comerciales –como la Feria del Mezcal-; cada viernes se coloca un tianguis donde se puede encontrar artesanías, ropa y antojitos, y también funge como punto de encuentro.


En este lugar es común ver parejas platicando, personas paseando a sus mascotas y niños aprendiendo a patinar o jugando en inflables; en el pasado fue el escenario de uno de los pasajes más emblemáticos de la guerra de Independencia que se desarrollaba en todo el país.


 



El parque El Llano hoy es escenario de romances, paseos familiares, de personas con mascotas, niños y jóvenes. FOTO: Carlos Román Velasco

 


La gesta heroica


Según la narración histórica, las tropas del Ejército Insurgente se encontraban bajo amenaza de ataque por parte de los realistas, en Tehuacán, Puebla. Los insurgentes dieron marcha hacia el estado de Oaxaca, siguiendo la orden de su líder el General José María Morelos y Pavón.


Cuenta la historia que tardaron 15 días en desplazarse de un estado a otro (actualmente este recorrido se realiza en un tiempo aproximado de dos horas y media en auto), partiendo el 10 de noviembre de 1812.


El ejército estaba conformado por 5 mil hombres armados con 40 cañones. Morelos dirigió a su escuadrón apoyándose en los generales Hermenegildo Galeana, Víctor Bravo, Miguel Bravo y Nicolás Bravo, Pablo Galeana, Mariano Matamoros y de sus coroneles Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria.


En aquel entonces, Morelos reconoció a Mariano Matamoros como su mano derecha, dándole el cargo de lugarteniente general; así, juntos, se enfrentaron a la resistencia realista a la entrada de Oaxaca, en la Villa de Etla.


Parte de la estrategia que Morelos planeó antes de proceder con un ataque, fue el enviar una carta de rendición al Teniente General González Sarabia; sin embargo, se especula que este documento nunca arribó a su destino, por lo que Morelos, tras no recibir respuesta, decidió tomar la ciudad.


El 25 de noviembre de 1812, inició una de las batallas más significativas de las que Oaxaca ha sido testigo. Con una organización impecable, los insurgentes iniciaron la apropiación de la ciudad.


 



Oaxaca vivió uno de los pasajes más importantes de la guerra de Independencia. FOTO: Emilio Morales Pacheco

 


Tomaron el Cerro del Fortín


Uno de los puntos cruciales que se apresuraron a tomar fue el Cerro del Fortín, ya que por su ubicación, quien tuviera el poder sobre él, tenía la ventaja para atrincherarse y controlar la ciudad. Desde ese entonces y a la fecha, el Cerro del Fortín es el paso que da la bienvenida a la capital, un camino cotidiano para la mayoría de los oaxaqueños. Ahí fue donde se dio el primer enfrentamiento armado entre la artillería realista; al principio lograron contener a los insurgentes, sin embargo el embate que éstos dieron les terminó dando el primer triunfo de este pasaje histórico.


Se dice que Montaño marchó con un grupo de hombres armados por las faldas del cerro. El General Galeana lideraba el frente del batallón y Matamoros cuidaba la retaguardia. Así aguantaron parte del encuentro, pero fue hasta que Morelos ordenó a a los coroneles Ramón Sesma y Manuel Mier y Terán que avanzaran ferozmente, que lograron atrincherarse en el cerro.


Una vez ganado este punto, cuentan que colocaron un cañón de ocho libras, con él apuntando y llovieron fuego sobre los soldados realistas, quienes en un inicio intercambiaron balas pero al poco tiempo dejaron de responder. Con esta estrategia, la toma de la ciudad se hizo viable por completo.
 


Escenario de fusilamiento


El Llano o Paseo Juárez, conocido en esa época como El Llano de Guadalupe o la Alameda de Nezahualcóyotl, fue el escenario donde se llevaron a cabo los fusilamientos de los líderes realistas González Sarabia, Regules, Bonavía y el capitán Aristi. También hubo un enfrentamiento bélico por parte de ambos bandos antes de que los realistas soltaran el convento Belén, hoy conocido como Santuario de la Virgen de Guadalupe.


Una vez arrebatada la capital, fue más sencillo para los insurgentes tener el control de los caminos y villas de gran parte del estado. Esta derrota que sufrió el virreinato se le conoce como “La Toma de Oaxaca” y es uno de los pasajes con mayor peso en la historia de Independencia de nuestro país.


 


Herencia de Morelos


No sólo los inmuebles, calles y plazas contienen carga histórica. Los héroes de la Independencia también dejaron rastro de estos pasajes plantando árboles. De los más emblemáticos en Oaxaca, es el fresno que se encuentra en la calle Juárez y el higo que está en el Santuario de la Virgen de Guadalupe. A estos árboles se les reconoce como valiosas huellas que sembró el Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón.



Morelos sembró este árbol de gran valor histórico. FOTO: Carlos Román Velasco

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