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Partió don Manuel Siordia, el caballero de la locución de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

El caballero del micrófono y la vida, Manuel Humberto Siordia Mata, partió ayer como tal, en el seno de la casa familiar. Se fue y al alba se pudo escuchar la frase que repitió por más de quince años en que condujo el noticiero Antena 89.7: Gracias por el favor de su amable atención.


Don Manuel, como era conocido, fue un caballero de su tiempo, siempre con la sonrisa franca y el chiste oportuno para hacer reír a sus amigos, que por cierto no eran pocos y ni de un único estrato social, pues cofraternizó con boleros, comerciantes, amas de casa, recolectores de basura y hasta gobernadores.


El decano de los locutores de Oaxaca nació en esta ciudad el 13 de septiembre de 1929, siendo sus padres Manuel Humberto Siordia López y Angelina Mata Cervantes, y a pesar de la oposición paterna, desde joven decidió dedicarse a la locución.


Laboró en la primera radiodifusora de Oaxaca, en 1941, la Cadena Radiodifusora Oaxaqueña bajo las siglas XEAX y XEAR en las frecuencias 1270 y 6035 respectivamente, propiedad de Alberto Márquez González y la señora Delia Rodríguez de Márquez.


Posteriormente se integró al equipo de la XEOA, la segunda instalada en la ciudad, en 1956, junto a Gustavo Armando Calderón, Gabriel Fernández, Javier Gildardo Rosales y Humberto Fierro, entre otros.


Don Manuel solía contar que en su afán de retirarlo de los micrófonos su padre lo envió a Aguascalientes para que laborara en el ferrocarril, pero en lugar de eso se fue a la radiodifusora XEBI para continuar aprendiendo el oficio de la comunicación. En esa época también laboró en empresas del Distrito Federal como XEL, Radio 6.20 y la XEB.


Además se vanagloriaba de ser uno de los primeros locutores en obtener la licencia de la Secretaría de Gobernación para laborar en el medio, a nivel nacional. La número 8 como locutor desde 1944.


Condujo noticieros y programas de variedades, por lo que fue anfitrión en Oaxaca de artistas, deportistas y personajes famosos. Además laboró en los gobiernos estatal y municipal como responsable del área de comunicación social.


Como reconocimiento a su trabajo en la radio y a su desempeño como conductor del noticiero matutino Antena 89.7, recibió la medalla Donají y el título de Ciudadano Distinguido, en el marco de la celebración por el 479 aniversario de la fundación de la ciudad de Oaxaca, el 25 de abril del 2011.


Incursionó también como empresario radial y obtuvo una concesión para transmitir desde la ciudad de Huajuapan de León: “Sabía de antemano que era muy difícil que me la dieran para la ciudad de Oaxaca, porque el dueño de la XEAX, que fue la primera estación en Oaxaca, donde yo me inicie, su suegro era un funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y dije definitivamente no me la van a dar. Decidí por Huajuapan, aunque todo el mundo me decía en Huajuapan nadie se va anunciar, es una población muy pequeña, pero decidí en Huajuapan, por eso empezamos con una estación modesta, con un equipo nacional, con 500 watts”.


En marzo del 2011 después de más de 70 años de laborar en la radio, don Manuel se despidió de su noticiero: “Mi auditorio, gracias, gracias, por recibirme en su vida diaria y una vez más, como dije por muchos años: gracias por el favor de su amable atención”. Dijo y el micrófono se apagó.


Impecable en el vestir, como en la dicción, don Manuel gustaba de caminar por la ciudad a toda hora, por el solo gusto de saludar a cuantas personas se encontrara. Entrar a una de las tantas cantinas y degustar las tres de regla, siempre güisqui en las rocas, siempre con la sonrisa en el rostro y la mirada afable. Ayer se fue, pero sin duda perdurará en la historia de la radiodifusión en Oaxaca de Juárez y en la memoria de quienes tuvimos el placer de escucharle y hasta intercambiar algunos chistes subidos de color.


“¡Ah qué tiempos, Don Manolo…!”


 


Luis Ocejo

Llegó fiel a su destino. Ni un día antes ni un día después. Hasta en ello fue original: nació el 13 de septiembre de 1929 y se fue en otro 13, el de septiembre actual. Sí, ayer, a los 89 años de edad falleció Don Manuel Humberto Siordia Mata, ícono de la locución. En el cuadrante se apagó la voz más influyente de la radiodifusión local en la época contemporánea.


Artesano del buen decir, maestro de varias generaciones de quienes hicieron del micrófono su manera de vida, Don Manolo fue testigo privilegiado de los días de luz y de esperanza, pero también de los sinsabores y amarguras que han afectado a Oaxaca.


Como locutor y empresario radiofónico siempre estuvo comprometido con su oficio difundiendo noticias y comentarios a miles y miles de radioescuchas. A pesar de sus labores como funcionario público, editor (La Opinión, diario hermano de NOTICIAS, fue dirigido por él) y promotor de espectáculos, tenía tiempo para brindarse, solícito, a todos sus amigos.


Cordial, con una bonhomía sin par, quienes hoy lo ven partir, así lo confirman. Destacó por su calidad humana. Todos cuantos le conocimos recordaremos en él al compañero siempre dispuesto a colaborar con su trato amable. Tuvo fama de ser agudo y certero comentarista, de palabra fácil y, sobre todo de tener una extraordinaria agilidad mental y un finísimo sentido del humor del que hizo gala en su larga carrera, dentro de esa caballerosidad que tenía como segunda piel.


En los tiempos en que la radiodifusión vivía sus tiempos de gloria, tuvo la oportunidad de alternar con aquellos señorones que también fijaban rumbos en el marco de las ondas hertzianas, como “Pico” Ruanova, Neri, Chucho Díaz, Humberto Fierro San Miguel, entre otros que ya han partido.


En 1976, cuando apareció NOTICIAS, fue socio fundador de este diario y promovió su apertura a pesar de la reticencia agresiva de otros medios ya establecidos.


Con los tiempos idos se le recuerda como animado partícipe de aquellas veladas en el restaurant “Fontana” con pláticas provechosas, amenas y con el vino de la amistad en la mano --junto con Ericel Gómez Nucamendi, José Martínez Bastida, Manuel Coello y otros amigos— donde de sus labios brotaba la humorada magnífica, y otra más y otra. Hasta siempre.


Ah qué tiempos aquellos, Don Manolo, cuando la ciudad era segura, tranquila, habitable. Allí surgían los comentarios de quienes a los cincuenta años le ganaban comentario, noticia y el estilo a “los comunicólogos de ahora… pero somos como el legendario mamut: nos estamos muriendo”, dijo alguna vez con mucha sorna aguda. Sabía que ese estilo de asumir la profesión, no sólo como un oficio sino como una forma de ser y de vivir, estaba a punto de acabarse.


Era el Oaxaca de los años 60, 70 y 80s que, como pasa en la vida, se fue quedando también bastante lejos, nada más con la nostalgia de los viejos recuerdos. Hoy Oaxaca pierde a uno de sus singulares personajes, a ese hombre que de madrugada llegaba a su estudio porque sabía que estaban sintonizando su noticiario cientos y cientos de oaxaqueños que ahora lo echan de menos.


Sabiendo que sus seguidores hoy le otorgan el Micrófono del Recuerdo Eterno, a Don Manolo le damos nuestro sentido adiós envuelto en ese dolor que duele, la nostalgia.


Nuestra solidaridad con todos sus deudos: su esposa Margarita Ofelia Torres, sus hijos Manuel de Jesús, Jaime Octavio y Alberto Siordia Torres, nietos y demás familiares.


Descanse en paz, Don Manolo, y a seguir reportándose desde allá arriba.

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