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Negligencia municipal manda al traste la economía del Mercado de Abasto de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

Tras el lento avance de los trabajos de repavimentación de la calle Margarita Maza de Juárez, que comunica la Central de Abastos con el puente Valerio Trujano y la agencia municipal de San Martín Mexicapan, comerciantes, conductores de taxis colectivos y transportistas abrieron la vía que se encuentra solamente recubierta de tierra.


En un recorrido de NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca por el lugar, se constató que a escasos metros del puente Valerio Trujano, frente a al pozo profundo de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO), se encuentra un foso de aguas negras por la ruptura del sistema de drenaje.


Además, las tapaderas de cemento de las alcantarillas sobresalen del nivel de la tierra aprisionada, lo que constituye una verdadero peligro para los automovilistas, porque el lugar no cuenta con un sistema de iluminación.


En la entrada a la estación de servicio de las empresas camioneras de segunda clase se acumulan bolsas de basura que producen olores nauseabundos; mientras en el camellón permanecen los montones de grava y arena que serán ocupados para concluir la obra de repavimentación.


“LA CALLE INSERVIBLE”


El señor Manuel Hernández, quien vive en San Martín Mexicapan y cotidianamente recorre esa calle rumbo a su trabajo, señaló que por desgracia gobiernos van y gobiernos vienen y nadie puede dar una solución definitiva a esa vía de comunicación.


“Cada año, por estas épocas, la calle se convierte en un pantano por el que no pueden transitari camiones, ni taxis o personas por la gran cantidad de agua que se acumula, pero nadie ha sido capaz de construir un canal de desagüe que lleve el agua de lluvia al río Atoyac, por eso constantemente esta zona se convierte en un pantano”.


Informó que en años anteriores los empresarios del transporte rellenan la calle con cascajo para poder transitar por ella, “porque son los más afectados ya que no pueden cubrir con eficiencia las rutas a San Martín Mexicapan u otro lugares de la zona, mientras los taxis colectivos optan por buscar rutas alternas para brindar su servicio”.



La calle presenta diversos peligros para los conductores de vehículos. FOTO: Mario Jiménez

“Esta calle es de mucho tránsito, porque desfoga el tránsito vehicular de la Central de Abastos a la zona norte de la ciudad, por lo mismo es utilizada permanentemente por el transporte urbano, taxis colectivos y particulares; además entronca con la carretera de la ribera del río Atoyac, en ambos sentidos, por lo que también comunica con la zona sur de la capital del estado”.


“NECESITAMOS TRABAJAR PARA COMER”


El conductor de un taxi colectivo que cubre la ruta Etla-Central de Abasto, que se identifica como José, manifestó que fue necesario abrir la calle porque su cierre afectaba su economía familiar.


“Como no podíamos salir por atrás de la Central Camionera de Segunda clase teníamos que retornar por el eje principal de la Central de Abastos y salir por Periférico rumbo al norte del estado, lo que retrasaba mucho los recorridos, pero además los reducía el número de vueltas así que, para mantener nuestros ingresos teníamos que trabajar más tiempo”.


Señaló que por desgracia esta calle no ha recibido la atención adecuada por parte de la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra), “pues año con año se inunda y hasta la fecha no ha podido solucionar a fondo el problema”.


“Sin embargo a pesar de que ya transitamos por el lugar, se pueden observar la tierra, material de construcción, el drenaje abierto y las coladeras abiertas, lo que representa un verdadero peligro para los automovilistas, pero aún así nos atrevemos a manejar por aquí porque por el lado del Periférico los embotellamientos son enormes y uno pierde mucho tiempo para salir de la zona”.


LA APERTURA


A inicio de esta semana vendedores del mercado Lázaro Cárdenas del Río, choferes de taxis colectivos, conductores del transporte urbano y hasta particulares decidieron abrir la calle en reparación al tráfico vehicular, por la lentitud de la empresa constructora responsable de la obra para avanzar en los trabajos.


Después de una reunión, realizada el martes, los afectados retiraron señalamientos, cintas de plástico rojo y demás objetos que impedían el paso de los automóviles, por los daños que les provoca a su economía el retraso de los trabajos de repavimentación.


Afirmaron que con el cierre de la calle sus ventas cayeron ya que era difícil encontrar estacionamiento, además de que los trabajos hacían difícil la entrega de la mercancía por parte de los proveedores.


De esta forma camiones del transporte urbano, taxis colectivos y vehículos particulares transitan ya por la carretera, aunque los trabajos no hayan sido concluidos.

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