Una multa de mil 500 pesos a quien se le vea tirando basura en la calle es la medida que determinaron quienes integran el Comité de Vida Vecinal (Convive) del Barrio de La Noria, en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca. La medida refleja su hartazgo a la falta de autoridad, pero sobre a la nula cultura ambiental de la ciudadanía.
“Vecino, si usted es sorprendido dejando basura en la vía pública será multado con: $1,500.00 Vecinos vigilantes de La Noria”, es el aviso que se puede leer en al menos tres lonas de color amarillo, de un metro cuadrado que desde el pasado domingo cuelgan en las fachadas de casas localizadas en las calles de Carbonera, La Noria y Fiallo.
“La gente no entiende, a quien le sorprenda tirando basura en la calle nosotros como vecinos la vamos a detener, pediremos el apoyo de la policía para que se agarren a esas personas y se lleven al cuartel, para que declaren por qué tiran la basura en la calle”, explica la presidenta del Convive del Barrio de La Noria, donde ha sido vocal y secretaria.
Sin acordar esta medida con alguna autoridad del municipio de Oaxaca de Juárez, ella explica que la decisión se tomó porque “no hay de otra”. La organización ciudadana de las y los vecinos para hacer recorridos en ese barrio ha permitido que, a su juicio, el índice de delitos desapareciera en los últimos meses, incluso en determinados momentos han tomado el control del tráfico vial.
La razón la encuentra en “la falta de empeño del municipio”, porque no hay supervisión del servicio de barrido e incluso el personal de limpia “deja amontonada la basura en las esquinas de la banqueta”, sin importar que los desechos impliquen un foco de contaminación.
Mientras el carro recolector de basura no se descomponga, el servicio pasa los días domingo, lunes, miércoles y viernes. Para evitar esa problemática, como presidenta del Convive solicitó que el vehículo con varios años sea sustituído.
“Ya está muy viejo y luego no pasa porque se descompone a cada rato. Ya metimos nuestros papeles al municipio de Oaxaca de Juárez para que lo sustituyan, pero no nos hacen caso. Por dos o tres días que no pase el carro recolector la gente acumula basura y la saca a la calle”. Esa cotidianidad es la que les ha llevado a implementar su propia medida de sanción.
