La fe a la Virgen de la Soledad fue aprovechada por comerciantes que instalaron un gran tianguis en los alrededores de la Basílica Menor, donde vendieron desde imágenes de la Patrona, antojitos, pan, dulces tradicionales y hasta pelìculas piratas y ropa interior colorida.
La tradicional verbena que se instala año con año sobre la avenida Independencia, frente a la casa de la Patrona, --que origina el cierre de la circulación vehicular--, ha ido cambiando conforme pasa el tiempo, porque han desaparecido los representativos juegos de la lotería, tiro al blanco, de pesca y demás, para dar paso a puestos donde se expenden juegos de computadora o de Xbox, juguetes de control remoto, películas y discos piratas.
Aunque ahora ya han aparecido puestos de venta de camisas, playeras, suéteres, chamarras, calcetines y bikinis, tanto para hombre, como mujer, de colores rojo o amarillo, ante la cercanía del año nuevo, para atraer el amor y el dinero.
También, los puestos de pizza y de comida rápida han empezado a desplazar a las tradicionales comerciantes de memelas, molotes y empanadas de amarillo.
Lo mismo sucede con los vendedores llegados de Puebla a ofertar pan, dulces, cemitas y otros productos, quienes también han entrado a la competencia con los vendedores de los tradicionales dulces de Oaxaca o buñuelos.
De esta manera, los comerciantes aprovechan la presencia de cientos de devotos de la Virgen de la Soledad, que llegan a rendir pleitesía.