El abogado general de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Héctor López Sánchez, reconoció que el plan de contención pactado con la Federación y el Gobierno del Estado obliga a eliminar el subsidio del dos por ciento al salario.
En la víspera de la cuarta reunión que este viernes sostendrán autoridades de la Universidad con el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UABJO (STEUABJO), el abogado general reconoció que la crisis financiera que se arrastra impide los acuerdos.
“Son 70 puntos que integran su pliego petitorio, el asunto tiene que ver con algunas peticiones de caracteres económico que estón relacionadas con el pago de diferencias salariales, solicitudes de jubilación, algunas prestaciones ligadas al salario y otras no tanto”, detalló.
Dinero por apretón
El convenio firmado entre el Gobierno del Estado, la Federación y la UABJO para que el pasado 28 de diciembre se recibiera un subsidio extraordinario de 51 millones de pesos les obliga a un “plan de contención”.
“En el anexo de ejecución se establecieron compromisos para aplicar acciones de manera inmediata, en un lineamiento de austeridad para eficientar el gasto, a través de acuerdos en comités de saneamiento y algunos rubros como el concepto del dos por ciento se tendría que eliminar”, asentó.
Y precisó: “La UABJO se ha visto obligada a pagar aunque no lo recibió en este tiempo el recurso. En el 2018 el Gobierno del Estado destinó una cantidad importante para cubrir este concepto, pero el convenio elimina el rubro, incluso el Gobierno del Estado ha hecho de conocimiento que para ello se aplicó el subsidio ordinario”.
Desorden en contataciones
Dadas las condiciones financiera de la Universidad existe una lista de entre 45 y 50 trabajadores que esperan jubilarse, pero como se les seguirá pagando su sueldo se deberá contratar a quien les sustituya, lo que implicaría crear una nueva plaza cuando deben contener la nómina.
“La Universidad no debe hacer más contrataciones, no es recorte, los trabajadores que ya estén laborando, académicos o administrativos, se les dará certeza, porque cada vez que se incorpora personal académico o administrativo el déficit financiero crece”, abundó.
La anomalía o desorden en la nómina era que que por cada trabajador que se jubilaba “se incorporan dos o hasta tres empleados más”.
