SANTA MARÍA TLAHUITOLTEPEC, Oaxaca.- Durante diez años, los “jamás conquistados” han acaparado aplausos en la Rotonda de las Azucenas, tras la presentación de sus Sones y Jarabes Mixes.
En aquellas montañas, donde el frío cala los huesos y las nubes convierten los cielos en un espectáculo óptico, jóvenes integrados en el grupo folclórico Xëtumpë, que en español significa el que hace fiesta, se alegra y baila, están más que listos para dar muestra de su cultura en la Rotonda de las Azucenas.
En el 2009, fue la primera vez que Tlahuitoltepec constituyó una delegación y ese mismo año fue elegido para participar en la Guelaguetza.
Vestimenta
De acuerdo con el profesor Graciano Díaz Gallardo, durante la presentación en la Rotonda de las Azucenas, la delegación representa la ceremonia del tepache, bebida considerada importante para eventos especiales.
En esta ceremonia piden a sus dioses por el bienestar y prosperidad de las comunidades de la zona, ubicada en la región de la Sierra Juárez del estado.
El traje es portado en su mayoría por los abuelos, de manera cotidiana; la hechura de los trajes corre a cargo de mujeres costureras de la comunidad, personas que han diseñado estos trajes de generación en generación.
Los bordados representan la misma naturaleza, como las plantas de maguey pulquero, las montañas y aves. En las mujeres, un ceñidor completa el traje. En todas las parejas, destaca la sandalia de pata de gallo.
El traje de los hombres se conforma de manta blanca, sombrero y un gabán. Estos trajes son ocupados por todos en casos de fiesta, compromiso y eventos especiales.
Cosmogonía
En Tlahuitoltepec se ofrenda a la Madre Tierra, se le da el valor e importancia que tiene la madre naturaleza, agua, viento, lluvia; y se visita el cerro Zempoaltépetl para pedir permiso, bendición, para los compromisos, manda o eventos a realizar.
Un platillo tradicional de la comunidad es el caldo mixe, o el machacado, el cual se consume en agosto, en la temporada de hambruna, que de acuerdo a los antepasados, por la falta de cosecha y alimento, se consumía.
Este platillo se sirve dentro de una olla de barro calentado a las brasas, donde se coloca la masa de maíz y salsa de tomate hirviendo, se acompaña los quelites y carne.
En esta comunidad no hay violencia, entre sus habitantes hay confianza, solidaridad, interrelación y correspondencia en todos los aspectos, y con otras comunidades de los mixes.
Los jamás conquistados
En las faldas del cerro Zempoaltépetl se encuentra esta comunidad, donde de acuerdo al cofundador del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM), Mauro Delgado Jiménez, los ancestros aseguran que tras la llegada de los españoles, los mixes decidieron refugiarse en esta montaña.
En aquel tiempo, los mixes se enteraron de la conquista a los indígenas, y que para tal fin, traían consigo armas de fuego. Ante esto, comenzaron a refugiarse en las zonas montañosas y peligrosas, en donde pensaban que nunca los iban a encontrar.
Cortés mandó a sus tropas, pero nadie regresaba, la mayoría se morían o perdían por la zona selvática, en donde los caminos parecían no tener fin.
Entre las fuertes lluvias, el viento y los truenos, los españoles se agotaban y regresaban. Entonces, Cortés decidió mandar una carta hasta España, donde indica que aquel cerro tenía grandes riquezas de oro y plata, pero que su gente no dejaba conquistarse.
De ahí que se les nombre "los jamás conquistados", pues los españoles no pudieron ingresar a las tierras altas de la Sierra Norte en los Mixes.
Bandera e himno mixe
En esa comunidad se cree en la deidad y la cosmogonía del cerro sagrado, cerro de las veinte deidades y del gran Könk Ëy (Rey Condoy, bueno recto y sabio), quien desde entonces vigila a su gente para que no sean expropiados de sus tierras, sus creencias y costumbres.
En los años 80, los pobladores promovieron una bandera e himno mixe; en la bandera se muestra al Rey Condoy, que de acuerdo con las historias, este era un indígena que salvaguardaba a este pueblo de las invasiones extranjeras.
Cuenta la leyenda que cierto día, una pareja salió en busca de leña; después de una larga búsqueda encontraron una cueva donde yacían dos enormes huevos y los llevaron a casa. A los pocos días, del huevo nació un niño, quien sería el Rey Condoy y su hermano, una serpiente de siete cabezas.
Con este mito, el pueblo creó su bandera, la cual está conformada por la figura del Rey Condoy en un huevo y su hermano que es la víbora; los tres colores representan las zonas en que se dividen los Mixes; en la parte alta se muestra el color verde que simboliza la vegetación; el color guinda muestra la producción de café y el amarillo las actividades del campo.
