La inseguridad ha tomado el Centro Histórico como su principal blanco de ataque; el robo a comercio establecido, a casa habitación y al peatón, se volvió una constante que daña la vida cotidiana de quienes viven en este punto.
El crecimiento de la delincuencia motivó a la conformación de comités de seguridad, cuyos integrantes, armados de valor, decidieron defenderse por propia mano.
La reacción de las y los vecinos en el Barrio de La Noria, es casi inmediata al sonido del silbato, pues cansados de los constantes asaltos cometidos en la zona, decidieron organizarse y contratacar a los delincuentes.
“Aquí todos saben que al escuchar el silbato hay que salir con lo que tengamos a la mano para defendernos”, explica Laura Hernández, presidenta de la colonia.
Refugio de malvivientes
La inseguridad -señala- inició debido a la deficiencia en las luminarias. De acuerdo con sus cálculos, "al menos el 50 por ciento del alumbrado público establecido en las calles que conforman el barrio, no sirven". La oscuridad hace de la zona un lugar peligroso y hasta intransitable durante la noche.
Espacios como el callejón del Lucero, son aprovechados por malvivientes para intentar cometer delitos sexuales o robo a casa habitación. “Aquí, los vecinos rescatamos a una niña que iba caminando y un tipo la acorraló ahí. Quién sabe qué hubiera pasado con ella si no hubiera sido ayudada”, afirma una de las vecinas.
Apoderados de las calles del Barrio de La Noria, la delincuencia comenzó a operar a todas horas del día.
Al menos el 50 por ciento de las luminarias no sirven. FOTO: Emilio Morales
“Ya van tres ocasiones que le quitan la batería a mi carro. Aquí nadie se ha salvado, todos en un momento han sido víctimas del delito. Sobre la calle de Cuauhtémoc es sobre los carros. Si no les quitan las baterías, los cristalean y les roban los espejos … más allá, en la otra calle de Díaz Ordaz, en la parada del autobús, casi diario hay un robo a los peatones”, afirma la mujer.
Algunas de las calles consideradas dentro de las más peligrosas para transitar tanto de día como de noche son Vega hasta llegar a la iglesia de la Consolación, Xóchitl, Manuel Doblado, el Callejón del Lucero, Cuauhtémoc y Santos Degollado.
La semana pasada, el grupo de colonos logró la captura de un joven que había robado un celular a una transeúnte. Al caminar sobre Vega, la mujer fue despojada de su teléfono. Tras la solicitud de ayuda, la comunidad vecinal logró recuperar el objeto y devolverlo a su dueña.
Eventualmente, las personas que integran el comité realizan recorridos de vigilancia portando sus playeras con la leyenda "Comité de seguridad de La Noria". La presidenta lleva consigo un radio comunicador para poder dar aviso inmediato a la policía municipal en caso de ser necesario.
Al llamado del silbato, la reacción de los colonos es inmediata para brindar el auxilio. FOTO: Emilio Morales
Crece percepción de inseguridad
Entre la población capitalina, la percepción de inseguridad ha venido a la alza. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 82.6 por ciento de las personas mayores de 18 años consideró que vivir en la ciudad de Oaxaca es peligroso.
Estas cifras colocan a la capital del estado como una de las más inseguras del país y como foco rojo, según la percepeción de sus habitantes.
Las ciudades con mayor porcentaje de percepción de inseguridad son: Villahermosa, Tabasco, Chilpancingo de los Bravo, Guerrero, la región Oriente de la Ciudad de México, Ecatepec de Morelos y Fresnillo, Zacatecas.
El comité vecinal mantiene rondines de vigilancia. FOTO: Emilio Morales
Larga lista de carencias
Irene Rossette, tesorera del comité vecinal del Barrio La Noria explica que el lugar, a pesar de ubicarse dentro del polígono del Centro Histórico pareciera estar en una de las zonas más alejadas del estado. “Vivimos en el abandono”.
La lista de carencias y necesidades se vuelve interminable. Los problemas van desde la falta de una adecuada señalización para evitar accidentes viales, así como la reparación del encarpetado vial, mejoramiento de las banquetas, algunas de las cuales están destrozadas por el peso de los camiones de carga pesada y transporte público, así como robo de tapas de alcantarillas y la presencia de basura en las calles.
Para solicitar la intervención de la autoridad municipal, el comité envió un escrito el pasado 4 de enero de 2017 en el que exponen la problemática y las demandas más apremiantes. Hasta este momento no han recibido respuesta a su petición.
