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Artesanos, agónicos... ¡y les dan el tiro de gracia!

Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

SAN BARTOLO COYOTEPEC, Oaxaca.- Los artesanos de este pueblo zapoteca, creadores de bellísimas piezas con el mundialmente famoso y cotizado barro negro, no están de acuerdo en cumplir con sus obligaciones fiscales en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), ante el descenso en sus ventas por la constante conflictividad política social en el estado.


“Cómo vamos a pagar impuestos si no vendemos nada. Hay días que ni 10 pesos vendemos”, afirmó la presidenta de la Plaza Artesanal, Alejandra Contreras Canseco.


Además de las bajas ventas, eso sin contar que muchos carecen de internet para poder emitir facturas electrónicas, los artesanos no pueden comprobar fiscalmente la materia prima, como el barro y la leña, por ser natural, ni tampoco pueden deducir de impuestos el pago de la energía eléctrica y el agua porque laboran en sus talleres familiares y no en espacios rentados o adquiridos.


Ventas insuficientes


La representante dijo que el pago de impuestos afectaría bastante la economía de los artesanos por las insuficientes ventas, ante la escasez de afluencia de visitantes locales, nacionales e internacionales a la Plaza Artesanal.


“El pueblo vive cien por ciento del turismo y si hay conflictos, el turismo no llega”, señaló.


Subrayó que los recientes bloqueos de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y enfrentamientos en la Mixteca y en la ciudad capital, provocaron la caída total del turismo durante las festividades de la Guelaguetza.


“La artesanía es el motor de la economía del pueblo y si no hay visitantes no hay ventas. Ahora por lo que ha pasado, ha estado todo triste, sin turismo porque prefiere ir a otro lugar donde no hay conflicto”, añadió.


Facturación, imposible


Aparte de esto, destacó que la facturación del barro resulta imposible para los artesanos porque se extrae de la mina propiedad del pueblo, ubicada en el cerro, en inmediaciones del paraje El Palenque.


“Cada quien saca el barro por su propia cuenta y lo transporta por sus propios medios, en burro, triciclo o camioneta. Y eso no se puede facturar porque no se renta un servicio”, señaló.


Explicó que si bien la leña la adquieren los artesanos, es a pequeños comerciantes y en bajas cantidades.


“Sí se compra (la leña), pero la cantidad es variable, puede ser un viaje o por leños, pero los vendedores tampoco nos expiden facturas”, asentó.


Mucho menos –anotó–, nos facturan el periódico que se compra por pacas para envolver las pocas piezas que se logran vender.


“Hay quienes dicen que hay que cobrar impuestos a quienes producen, pero aquí la economía se ha venido abajo porque no hay ventas por los conflictos sociales. La temporada de la Guelaguetza estuvo fatal, no hubo nada. Entonces ¿cómo vamos a pagar impuestos si no tenemos con qué? No tenemos ni para comer; hay días, semanas, que no vendemos nada. Y cuando se gana algo es para ir a liquidar lo que debe uno en las tiendas; que el queso, el pan, las tortillas. Antes, una venta más o menos al día era de 200, 300 o 400 pesos y un pedido de mil 200 pesos, pero ahora eso es raro; en ocasiones, solamente vendemos 10 pesos”.


Javier Mateos Calderón artesano


“La situación ya se había normalizado en el estado; las ventas habían subido, pero ahora nuevamente se vinieron abajo con lo que ha pasado últimamente porque siempre hay bloqueos en el estado. Quieren que paguemos impuestos, pero no tenemos la capacidad económica; es algo injusto porque no tenemos ventas y sobre todo, por depender directamente nuestra economía familiar de la artesanía. Se podría pagar, pero no tenemos ventas; no sale ni para comer; no se vende nada. Cuando regresamos a nuestras casas, nos vamos tristes porque no vendemos nada”.


Amalia Zurita Martínez artesana


Ingenio artesanal


Hasta los primeros años del siglo XX, los pobladores elaboraban diferentes utensilios rústicos, entre cántaros, ollas, platos, tazas y demás, pero con el paso del tiempo empezaron a confeccionar artesanías surgidas de su ingenio y habilidad con dibujos, grabados, calados o pinturas de diversos tamaños, formas y colores, que son admiradas no solamente en México sino en todo el mundo.


En los diferentes puestos de la Plaza Artesanal, se pueden encontrar jarras, jarrones, floreros, cajas, alhajeros, botellas, petacas, ceniceros, candelabros, servilleteros, collares, pulseras, platos, macetas, adornos con forma de animales y hasta aretes.


Cerro del Coyote


Coyotepec, en náhuatl significa “en el Cerro del Coyote”. Este pueblo es de origen prehispánico. Por los hallazgos arqueológicos encontrados, se sabe que fue un asentamiento zapoteca desde tiempos inmemoriales.


Antiguamente, su nombre en zapoteco fue Zaapeche (Lugar de muchos jaguares). En la primera expedición española a Oaxaca, en 1521, fue nombrado “San Jacinto Leóntepec”. Posteriormente, fue nombrado San Bartolo Coyotepec.


Su distancia aproximada a la capital del estado, es de 15 kilómetros.

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