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Con adrenalina en la sangre

Foto(s): Cortesía
Víctor Hugo Villanueva

A sus 75 años de edad, "Chalo" Quevedo siente rejuvenecer cada vez que su sube a una motocicleta... y es que la adrenalina que lleva en la sangre lo hace recordar sus años de juventud, en los que se integró al Road Phantoms Club (Fantasmas del Camino).

 

Su rebeldía y juventud llevaron a Jesús Gonzalo Quevedo Ortiz a encontrar un grupo de amigos y aficionados a los llamados "caballos de acero", entre ellos, Manuel Ortiz y Fernando Vásquez, estos dos primeros ya fallecidos, así como Guillermo Navarrete, Alejandro López, Roberto Leyva, Carlos Merlo, entre otros.

 

 

Era el ocaso de los años 50's, cuando ese grupo amantes al motociclismo, del Road Phantoms Club, se reunían de manera cotidiana para salir a recorrer las carreteras y caminos de Oaxaca. Pero, no sólo eso, realizaban algunas suertes en las que mostraban el dominio que tenían sobre los "caballos de acero".

 

 

En esos años, un locutor que trabajaba en la estación XEAX, Jesús "Chucho" Díaz, quien era un aficionado a las motocicletas, los invitó a ellos, así como a motociclistas de otros clubes que había en Oaxaca, como Motos Arango, Moto Club Chapulineros y Road Phantoms Club, a participar en una carrera de motocross, en un trazado que realizaron en inmediaciones de la agencia municipal de Donají y el municipio de San Andrés Huayapam, al norte de esta ciudad.

 

 

En ese entonces, el motocross era muy diferente a lo que actualmente se conoce en ese deporte motor, porque se corría en un circuito a campo traviesa, que con obstáculos naturales y artificiales.

 

 

"Esas fueron las primeras carreras de motocross que se realizaron en Oaxaca", recordó "Chalo" Quevedo.

 

 

SE CONSTRUYE LA PISTA DE DONAJÍ

 

 

Jesús Gonzalo Quevedo abrió el baúl de los recuerdos y sacó unas fotografías, que le hicieron rememorar algunas vivencias arriba de la motocicleta. Señaló que fue a raíz de esas primeras carreras que se hicieron en Oaxaca, que surgió la idea de construir una pista para la práctica del motocross.

 

 

Para ese proyecto se contó con el apoyo Eleazar López Reyes, de la agencia Dina, quien a escondidas de su papá, prestó sus máquinas y personal para ayudar a realizar el trazado del circuito, a un costado de donde se construía la Penitenciaría del Estado de Oaxaca, en terrenos de Donají.

 

 

 

 

 

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"Chalo" Quevedo mencionó que entre los años de 1959 y 1960 se realizaron las primeras carreras de motocross en la pista de Donají, a donde un gran número de espectadores asistían a presenciar las competencias.

 

 

Pero no sólo ahí se realizaban carreras de motociclismo, porque en esos mismos años se celebraban las carreras de óvalo, que se realizaban alrededor del campo principal de la Unidad Deportiva Venustiano Carranza, las que llegó a asistir el afamado piloto de esa época, Jimmy Morales, y en donde participaron otros pilotos oaxaqueños, como Miguel Audifred, Ricardo Mena, Fernando Vásquez y Manuel Herrera, entre otros.

 

 

Recordó que por esa época se organizó una intrépida carrera sobre la carretera que va de la ciudad de Oaxaca a la población de Guelatao, a la que asistieron pilotos de Veracruz, Puebla, Ciudad de México y Oaxaca.

 

 

"Varias motocicletas se quedaron sin frenos, ya que los descensos en la Sierra Norte eran literalmente despiadados, lo que provocó el despiste de varios pilotos, quienes salieron volando", pero nunca más se volvió a realizar, porque los pilotos que vinieron a Oaxaca señalaron que "era una carrera para locos".

 

 

SIN MUCHA TÉCNICA, PERO CON MUCHO VALOR

 

 

"Chalo" Quevedo, que en su juventud tuvo un par de motocicletas, una Islo 175 cc y una Lambretta 150 cc, reconoció que él no fue un piloto con mucha técnica en el manejo, como había otros pilotos en Oaxaca, que mostraban mucha pericia, pero él siempre participó con mucho valor, porque "los tenía bien puestos", aseguró.

 

 

El grupo de amantes al motociclismo del Road Phantoms Club también realizaba varios paseos en carretera, por lo que hacían viajes a Veracruz, Puebla, Ciudad de México, y en varias ocasiones a Puerto Escondido y Salina Cruz, "donde, nos quedábamos en los hoteles 'Camarena' o 'Mil Estrellas', para completar la aventura", recordó Gonzalo Quevedo, sin poder ocultar una sonrisa al recordar sus veladas y amaneceres sobre la arena de la playa.

 

 

Sin embargo, su participación en el motocross duró pocos años, porque entró a trabajar y ya no tenía tiempo para entrenar, ni para realizar los viajes y en caravana que realiza al lado de sus compañeros.

 

 

Ya son más de 50 años de esos años maravillosos para "Chalo" Quevedo, quien continúa con el gusto por las motocicletas, y cada vez que se sube a una de ellas, la adrenalina vuelve a correr por su sangre.

 

 

SOCIO FUNDADOR DE LOS CHARROS DE HACIENDA BLANCA

 

 

 

 

 

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Tiempo después, Jesús Gonzalo Quevedo Ortiz vivió otra faceta, en el llamado "deporte nacional". Fue socio fundador de la Asociación Regional de Charros de Hacienda Blanca, de la que fue presidente en el año 1985.

 

 

Y fue en el deporte de la charrería, en donde "Chalo" Quevedo vivió otra pasión, pero ya no sobre "caballos de acero", ya que lo hizo como "hombre a caballo".

 

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