Luis Antonio lo logró y pese a todos los pronósticos y obstáculos de migración, discriminación, y persecución en la era del mandatario Donald Trump, ha obtenido un título en una de las universidades más importantes de Estados Unidos, la de Berkeley en California, un dreamer que lamenta que en México no haya visión para apoyarlos.
Más de 50 mil migrantes de California del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), han decidido vetar las elecciones que se realizarán en México para elegir presidente de la República porque no se sienten representados, “nadie vela por los intereses de los migrantes, indígenas que históricamente han sido discriminados”.
Así lo considera Luis Antonio López Reséndiz en entrevista para NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca, dreamer y coordinador universitario del FIOB quien considera que sin la ayuda de políticos electoreros han sabido salir adelante.
Tras la eliminación de Marichuy, del Consejo Indígena de Gobierno, como candidata independiente a la presidencia de México, a quien habían decidido apoyar López Reséndiz dijo que en el presente proceso electoral, los connacionales tratarán de no cometer el mismo error de poner funcionarios como Gabino Cué, que a largo plazo, son responsables del desplazamiento de las comunidades indígenas en México.
Migrantes pueden solos
En los Ángeles California o Oaxacalifornia, como la han nombrado los migrantes oaxaqueños, viven más de medio millón de connacionales, muchos nacidos en territorio estadunidense.
Algunos nacidos en Estados Unidos de padres oaxaqueños, jamás han pisado tierra zapoteca, sin embargo han logrado conocer Oaxaca, a través de la cultura que miles de personas llevan consigo cuando cruzan la frontera, uno de ellos es Luis López nacido en Tijuana, Baja California, de padres originarios de San Jerónimo del Progreso, perteneciente al distrito de Silacayoapan, en la región Mixteca de Oaxaca.
“Yo nací en la colonia Obrera, fundada por mixtecos migrantes. Crecer en esa colonia es como haber crecido en lo que es mi pueblo”, relata el coordinador del FIOB, quien a los 12 tuvo que cruzar la frontera.
En su barrio, la migración le mostró la riqueza de la gastronomía oaxaqueña, la música y sus danzas, “por eso los jóvenes indígenas es muy difícil de que perdamos ese sentido de la identidad y de reivindicar quienes somos como pueblos indígenas, todo se vuelve una resistencia muy trasnacional porque a parte de que sí hay obstáculos hemos sabido cómo vencerlos”.
Rescate de las lenguas
El dreamer oaxaqueño, ahora licenciado de la Universidad de Berkeley, relató que a los ocho años trabajó como jardinero para ganar 80 dólares en una semana, afrontó el problema racial cuando en el 2011 decidió ponerse a estudiar y a la vez trabajar.
Junto a su padre y tres hermanos, salieron de México tras la violencia generalizada a lo largo y ancho del país, sólo su madre, Elizabeth, vive en tierras mexicanas.
Buscando una salida contra el racismo y la discriminación, la migración indígena de Oaxaca busca en los Estados Unidos a las comunidades afroamericanas, en donde existen las condiciones para preservar la, lengua, cultura y tradición.En estos asentamientos creados por la migración, alude a que se hablan las 16 lenguas indígenas de Oaxaca, incluidas las variantes.
Como miembro en activo del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, desde el 2012, promueve talleres para informar los derechos de los migrantes de la comunidad indígena en diversas lenguas maternas.
Sin embargo, el aumento de migrantes, lo obligaron a traducir con el apoyo de connacionales diversos textos en purépecha, la lengua materna de Michoacán, y el mixteco de Puebla y Guerrero.
