Oaxaca es foco rojo por violencia contra periodistas en el contexto electoral. A través de la Red Rompe el Miedo, la organización Artículo 19, hasta mayo, había contabilizado y documentado 44 agresiones a la prensa, una ocurrida en Oaxaca relacionada con los comicios.
“Es una de las entidades en donde estamos poniendo mucha atención justo por los antecedentes de asesinatos, desapariciones y por ser una entidad enorme con distintas problemáticas en cada uno de los municipios”, señaló Itzia Miravete, integrante de Artículo 19.
La agresión documentada por la organización, corresponde a la ocurrida el 14 de abril de este año en Puerto Escondido en donde un reportero de Milenio y otro de El Universal fueron lesionados, en un caso con robo de celular.
Lo anterior ocurrió durante la trifulca entre simpatizantes de José Antonio Meade, candidato del PRI a la presidencia de la República e integrantes de la Sección 22 del sindicato de maestros. Sólo uno de los periodistas accedió a que el caso fuera documentado.
El telón electoral
Para Artículo 19, el asesinato de María del Sol Cruz Jarquín, ocurrido la madrugada del sábado en Juchitán de Zaragoza, también es considerado violencia contra periodistas en contexto electoral.
Si bien - indicó - la joven quien desempeñaba funciones de fotógrafa en la campaña del candidato del PRI-PVEM, Hageo Montero, al parecer no fue asesinada por el ejercicio de su labor pero sí se inscribe en un contexto electoral y de violencia política.
De manera general - indicó- Oaxaca junto con Veracruz, Ciudad de México, Coahuila y Guerrero, ocupa los primeros lugares por agresiones a periodistas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. El 8.9 por ciento de las 1986 agresiones contra la prensa ocurrió en Oaxaca, es decir 177 casos. El 2016 fue establecido como el más violento en la entidad.
A inicio de año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para México, Jan Jarab, advirtió del incremento de la violencia principalmente en contra de activistas defensores de derechos humanos y de periodistas durante el proceso electoral.
Los ataques, expuso, van desde las amenazas, despojo, acoso judicial, daño de material de trabajo incluso criminalización.
