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Tejedoras de vidas y sueños en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

Desde hace 30 años, un grupo de mujeres formaba parte de la organización Pacífico Oaxaqueño, integrada por artesanas textiles en toda la Costa Chica Oaxaqueña.


La señora Alegoria Lorenzo Quiroz, originaria de San Juan Colorado, era en esa época la responsable de esta asociación; sin embargo, el hecho de hablar lengua materna y no poder expresarse bien en español, la hizo perder muchas oportunidades de apoyos para su comunidad, debido a que no podía comunicarse bien ante las autoridades de las instancias de gobierno donde tenía que gestionar apoyos.


Es entonces que su hija Verónica Lorenzo Quiroz, desde los 15 años de edad, comienza a involucrarse en las actividades de aquella organización, con la finalidad de apoyar a su mamá y evitar que fuera vulnerable a engaños y abusos.


“Empecé a ser la portavoz de mi mamá, pidiendo materia prima y apoyo, que no nos


estaban llegando y así es como hemos obtenido algunas cosas”, comparte Verónica en entrevista.


Al rescate del algodón coyuche


Es así como para el año 2000 se conforma la asociación civil Tejedoras de Vidas y Sueños, con el mismo objetivo de su antecesor Pacífico Oaxaqueño, que es el rescate ecológico del algodón coyuche, un legado casi extinto en México.


Pocas familias de la región costeña, que pertenecen al grupo de Tejedoras de Vidas y Sueños, mantienen la tradición heredada de sus antepasados de cultivar algodón coyuche, el cual tiene un color marrón; también se cultiva el algodón verde, rojo, blanco y bayo, cinco tonalidades naturales del algodón.


Para obtener el algodón, materia prima para la realización de artesanía textil, los productores llevan a cabo un proceso que dura un año, el cual comienza con la preparación de la tierra; barbecho; la siembra que se realiza durante octubre, cuando la tierra está húmeda; y la recolección durante los meses de abril, mayo y junio.


Ya que se obtiene el algodón, se pone a secar; luego viene el proceso de despepitado, que es quitar la pepita, capullo por capullo, un proceso bastante laborioso, el cual las tejedoras realizan de manera manual; después viene el vareo del algodón para que se preste para poder hilarlo en malacate rústico.


Después de este proceso, tienen el hilo en bola y dependiendo de lo que van a hacer, un huipil, un rebozo, un mantel o una blusa, se hace el undimbre con el largo y ancho del telar; después se almidona el algodón, metiéndolo en agua de atole de tortilla para que el algodón se refuerce y no se rompa al estarlo maniobrando o tejiendo.


Con la tela hecha viene el proceso de lavarlo y cortarlo para hacer diferentes piezas, desde las más tradicionales, hasta diseños más estilizados, todos ellos con la misma técnica manual y tradicional, elaborados por las manos artesanas de las mujeres de la Costa Chica Oaxaqueña.


Semillas de tradición y cultura


Son tres mil mujeres de diferentes comunidades de la región de la Costa, quienes forman parte de Tejedoras de Vidas y Sueños, y buscan abarcar otras regiones del estado para seguir fomentando la tradición del algodón coyuche.


La asociación también se enfoca en hacer conciencia e impartir capacitación a los más jóvenes, para que este legado no se pierda.


También están luchando porque sus procesos y diseños tengan una denominación de origen, con la intención de evitar plagios.


Otra de las semillas que buscan dejar, es la igualdad de género, pues la tradición se ha delegado solo a las mujeres, pues por paradigmas, pocos hombres se involucran en el tejido.


Las tejedoras también han tenido que romper con muchos estereotipos y afrontar muchos problemas contra el machismo y la violencia, pues muchas de ellas recibían agresiones porque no estaba a tiempo la comida, porque no estaban en la casa cuando llegaba el marido, mientras se dedicaban a trabajar en sus tejidos.


Actualmente, los hombres han hecho conciencia de que esta actividad no solo es importante como valor cultural, sino que es una actividad en la que las mujeres pueden colaborar para el sustento de sus familias.


"El reconocimiento nos ha costado lágrimas y hasta enfrentamientos con personas para que el trabajo de San Juan Colorado sea reconocido, nos ha costado 35 años; yo fui uno de los pilares y me siento muy orgullosa", asegura Verónica.


Apoya


Actualmente, la asociación Tejedoras de Vidas y Sueños está en busca de una máquina despepitadora de algodón, la cual las ayudaría a ahorrar tiempo en el proceso de elaboración, que se reflejaría en mayor producción y mayor apoyo a otras tejedoras, por lo que hacen el llamado a donatarios para cumplir con este sueño.


Si quieres apoyarlas, también puedes adquirir alguna de sus hermosas piezas en una tienda comunitaria ubicada en la calle Tinoco y Palacios 507, colonia Centro, Oaxaca de Juárez.


Para mayor información, puedes comunicarte al teléfono: 951 309 57 46 o a la fanpage de Facebook: Verónica Lorenzo Quiroz.

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