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Manos mágicas de Claudio Jerónimo en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

SAN AGUSTÍN, ETLA, Oaxaca.- En un espacio iluminado por luz blanca natural que se cuela por las puertas y una amplia ventana, Claudio Jerónimo López empapa su nueva pieza de color. Sube y baja de una silla de madera para poder cubrirla completamente, mientras en una mano sostiene una brocha, en la otra carga una bandeja y gira en torno a su obra; al mismo tiempo, habla de los 10 años del taller que fundó y en el que ha compartido su experiencia con grandes artistas y alumnos.


Sus movimientos son suaves, su ser es apacible, sonríe mientras habla y hace un recuento de sus primeros años, cuando comenzó a aprender cerámica, encuentro fortuito que agradece y que ahora le vale la vida como artista, maestro y promotor de este arte en Oaxaca, que ha logrado atraer a creadores de diversas latitudes.



"Esfera y silueta" 60 x 60, cerámica a alta temperatura, óxido y vidirado

 


Los comienzos


Originario de San Jerónimo Silacayoapilla, Huajuapan de León, Claudio Jerónimo tiene 46 años de experiencia en la cerámica a alta temperatura. Aprendió este oficio a los 12 años y lo agradece como buena fortuna, ya que de otra manera quizá se habría dedicado a la carpintería.


"En los años 70, durante el sexenio de Luis Echeverría, tuvimos la suerte de que hicieran un taller con la tecnología japonesa; se instaló una cooperativa de cerámica en aquel sitio y vino un japonés a enseñarnos la técnica. Desde chico comencé a trabajar con el barro, ya que en el pueblo éramos los que surtíamos las vasijas para lavarse las manos, las chilmoleras para hacer las salsas, las ollas para hacer frijoles. Era un pueblo importante, era el pueblo de la producción artesanal.”



"El trompo", 65 x 45 centímetros, óxido y vidriado, cerámica a alta temperatura

 


Años más tarde, cuando salió de su comunidad, conoció a Francisco Toledo en Cuernavaca, hace ya más de 30 años. En ese tiempo estaba buscando cómo fundar su propio taller; en un inicio pensó en regresar a su pueblo, pero luego supo que ahí no se iba a desarrollar como quería y optó por instalar su taller en los Valles Centrales, con ayuda del artista juchiteco.


"Tuve apoyo el maestro Toledo, a él le gusta mucho hacer su cerámica, yo lo apoyo cuando él quiere; toda su obra de cerámica la hace conmigo. De esa manera fue posible abrir el taller, porque no es tan fácil hacerlo. Estamos muy contentos porque cada vez el taller tiene más reconocimiento, por todos lados me preguntan por el trabajo que se hace aquí y eso es gratificante".


Su obra


Afuera, un par de alumnos y su asistente trabajan en sus propias piezas. El está pendiente de todos los procesos. Considera que los ratos libres entre el trabajo con artistas y alumnos son para trabajar su propia obra.


"Por eso camuflajeo mis piezas con la textura. Yo no creo en la inspiración, para mí se trata de disciplina, de tiempo dedicado a una obra, de reinventarse. Para mí, la inspiración es la disciplina y aferrarse a la idea que uno trae para lograr concretar una pieza".


El maestro considera un placer que alguien quiera una pieza suya y disfruta tanto de hacer esculturas en cerámica como de utilizar el torno, donde trabaja luego de amasar el barro. Sabe que es un instrumento cuyo uso se está perdiendo y aunque le gustaría que más jóvenes se interesen en su práctica, ve que se desesperan muy rápido y lo dejan.


​Los acabados de Claudio Jerónimo muchas veces semejan los colores orgánicos de la tierra, a las formas de árboles y siluetas de las montañas. Su relación con la Mixteca influye en muchas de las formas en las que trabaja y los colores que utiliza.



"Montaña", 55, 77 y 25 centímetros, cerámica a alta temperatura

 


El legado del Taller Canela​​


El Taller Canela cumple este año su primera década de vida, lo fundó en el año 2007. Por este espacio, que ha sido escuela para muchos, han pasado un sin número de artistas y aprendices.


Desde creadores como Francisco Toledo, Gabriel Macotela, Irma Palacios, que visitan el taller para realizar su obra, hasta los nuevos estudiantes interesados en producir cerámica.


El Taller Canela es un espacio en el que los artistas nacionales se mezclan con los internacionales y los arraigadamente locales; en el espacio han trabajado artistas de diversos ámbitos como: ​Jørgen Haugen Sørensen, el mayor escultor vivo de Dinamarca, quien ha tenido la confianza para realizar su trabajo en cerámica en este espacio y con su guía.


Conózcalo


Claudio Jerónimo (7 de julio de 1959, San Jerónimo Silacayoapilla, Huajuapan de León, Oaxaca). Su formación en la cerámica comenzó hace 46 años, los mismos que tiene de experiencia en este quehacer.

Comenzó a los 14 años a aprender las técnicas locales de su pueblo, San Jerónimo Siacayoapilla, para trabajar el barro. Esta comunidad era conocida en la zona por fabricar diversos utensilios de uso cotidiano como: molcajetes, cántaros, ollas, comales, entre otros. Mucho del conocimiento aplicado en su cerámica es empírico, en el que sólo con la experimentación en su obra ha logrado consolidar su técnica.

En 1975 comenzó a tornear. Tiempo más tarde, con la llegada a la región Mixteca de un ceramista japonés llamado Fumio Takahara, el trabajo de Claudio dio un giro importante; de ahí comenzó un nuevo camino en su aprendizaje: la cerámica de alta temperatura.



 

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