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El arte de ser mamá, a la oaxaqueña

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

León y Calixto juegan con el barro mientras su mamá moldea una nueva escultura; la influencia que ella ejerce en sus gemelos es tan fuerte, que los mantiene en un vínculo especial con el arte. Sensibles, inquietos y creativos, inundan el taller de su presencia. Isabel Sánchez sabe que a las preguntas de sus dos hijos de cinco años, jamás contestará con respuestas cerradas; acostumbra explicar de manera detallada sus cuestionamientos.


La escultora, pintora y grabadora, actualmente ha logrado construir una dinámica en la que puede mantener su carrera como artista, con lo demandante de la cerámica y lo absorbente de ser mamá. Los primeros tres años los dedicó sólo a cuidar a sus gemelos; como madre primeriza comparte que no se quería despegar de ellos.


La seguridad que les ha dado tener el contacto con su madre, la comunicación y el compartir todo sobre su trabajo, con ellos, ha dado a los niños confianza y seguridad, se desenvuelven con libertad en cualquier espacio, conviven y preguntan, consideran y crean cerca o lejos de su madre.


Orgullosos de su madre


"Ser mamá es de las experiencias que más experiencia puede darte en cambios a lo largo de tu vida. Decidir ser mamá es compartirlo, ponerte en un nuevo estado de conciencia, alerta, sensible, responsable, moderada; antes de tener hijos quizá es que uno se arriesgue más en otros aspectos, ahora uno se cuida más, trabaja más y busca más crear un legado para que ellos se sientan orgullosos de mí, como madre y también como artista; busco que mis hijos admiren y respeten mi trabajo", cuenta mientras los gemelos buscan dientes de león en su jardín.


Isabel Sánchez es la mayor de cinco hermanos, de cierta manera asumió el papel de mano derecha de su madre, quien atendía una tienda en su natal Villa de Etla. Desde muy chica despertó su instinto maternal, quizá esa experiencia ayudó a que su papel como madre de dos niños fuera tan natural a la hora de colocar la paciencia y la dedicación en su lugar.


"Ellos influencian de gran manera mi trabajo, que siempre ha estado enfocado al juego, pero ellos me mantienen en esa constante conexión. Hay cosas que de adulto se nos olvidan, desde el hecho de sentarte a jugar con una piedra, una rama o cualquier objeto que encuentres y que eso represente todo. Esa imaginación tan activa me ayuda a no perderme en mi producción"



El trabajo de Isabel Sánchez, en cerámica. FOTO: Carina Pérez

Entre el diseño textil y los detalles


Amor tiene dos años, sus ganas de comunicarse la mantienen platicando todo el tiempo, mientras se acurruca en el regazo de su mamá y le da de vez en vez besos en la mejilla; Libertad Salgado la sostiene y habla de la que define como increíble experiencia de ser madre. Dedicada de lleno al diseño textil, también mantiene un vínculo creativo estrecho, con sus inspiraciones: sus hijas.


Luna tiene 11 años, es la mayor de sus hijas y mientras su madre da la entrevista, ella se aboca a ayudarle a colocar alguna piezas de su trabajo. La pequeña Amor se espanta los zancudos en una tarde nublada, en la que ella sólo quiere comer cacahuates y que su mamá la abrace.


Libertad comparte que la vida cambia totalmente al decidir ser madre. "Antes de ellas tenía el tiempo y decidía si trabajabas o no; ahora, una debe hacerlo porque hay que responderles, pero la verdad es que ellas me inspiran un montón, por eso decidí hacer la marca de ropa para niños. Es de las experiencias más bonitas que he tenido, es un reto, uno bonito".



El contacto con la naturaleza es esencial para Libertad. FOTO: Carina Pérez

Contagian su pasión


A ella le gusta también que sus hijas sepan todo de su trabajo, esta apertura que les da hablar con ellas hace que las contagie de esa pasión por el bordado; por ello, tanto Luna como Amor, de vez en vez toman un lienzo para bordar, al igual que su madre. Lo hacen con tal naturalidad que es como si el oficio lo trajeran desde hace tiempo atrás.


Luna quiere dedicarse a la medicina y a la danza. Libertad sonríe, la ve clara y confía en sus inquietudes, la ve segura y firme. Mientras tanto, su pequeña Amor se vuelve a colocar en su regazo. Libertad comparte que han cambiado tanto los roles hoy en día, que se borró la diferencia de lo que hace papá o mamá y ahora, en equipo, ambos comparten los requerimientos que conlleva educar a sus hijas.



Su obra está totalmente basada con el juego, personajes de un universo poblado por niños. FOTO: Carina Pérez

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