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Cierra temporada el Met con Elektra, de Strauss

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

La ópera de Richard Strauss que se transmitirá hoy a mediodía, en el Teatro Macedonio Alcalá, es la última de la temporada 2015-2016 de la Ópera Metropolitana de Nueva York, compañía y teatro de ópera ubicado en el Lincoln Center de esa ciudad. Este ciclo culmina con una obra para el deleite intelectual y lírico.
De trama psicológica, Elektra es una ópera de corta duración en la que confluyen tres características determinantes: la tragedia de Sófocles, la obra teatral del mismo nombre recreada por Hugo Von Hofmannsthal y el genio musical de Richard Strauss.
Entre la tragedia de Sófocles y el drama de Hofmannsthal hay algunas diferencias en la medida en que este la modifica en algunas partes para hacerla acorde con el siglo XX y enfatizando más la estructura psíquica de los personajes, en concordancia con el pensamiento de la Viena de aquellos años y hasta ubicando la acción alrededor de esta época.
Con influencias psicoanalíticas
Puede notarse el anudamiento del pensamiento de finales del siglo XX y principio del XX con el nacimiento del psicoanálisis. No es excepcional que Freud haya influido en el autor del libreto, ya que la influencia del padre del psiconálisis se halla también en Strindberg.
Se ha mencionado incluso que el caso de Ana O. Publicado por Freud influyó en alguna medida en Hofmannsthal. Se ha sostenido que el caso de Ana O inspiró a Hofmannsthal para la construcción del personaje.
Desde luego que debemos cuidarnos de ver la ópera desde la perspectiva del prisma freudiano, sino una convergencia de pensamiento en la descripción de la motivación de los personajes a través de su discurso.
Ejemplificando: lo que nos muestra la ópera en sus dos dimensiones textuales, narrativa[tab]y musical es el discurso del inconsciente como lo veríamos aflorar después de un largo proceso de análisis en el diván. Somos testigos de las vertientes del deseo, mortífero en este caso, de una comunidad, vertientes con dimensiones de tendencia universal.
Es una adaptación de la obra de Sófocles pero con la influencia de la Viena de la época, o sea, que se trata de personajes antiguos bajo el manto de la teoría freudiana.
Por otra parte Elektra no es una mujer cuyos actos y expresiones sean soluciones de compromiso típicas de la neurosis; no, Electra ilustra el discurso del inconsciente como actualizando el dicho freudiano ¨Wo es War soll Ich werden¨ (Donde ello era, yo debe advenir), y esta es una de las razones por las cuales resulta aterradora, aunque nos conmueva.
Strauss a su vez narra con la música el discurso del deseo que Elektra conjunta como consciente-inconsciente. Siete años ha vivido presa de un deseo de venganza contra los asesinos de padre Agamenón, por parte de su madre Clitemnestra y su amante Egisto. El tiempo ha hecho estragos en su mente y en su cuerpo, que representan ese deseo materializado. Su vida tiene un solo motivo y un sentido: la venganza.
Clitemnestra, se ha hecho amante de Egisto, aspirante al trono y ambos acordaron asesinar a Agamenón a su regreso de la guerra. Después de siete años de asesinar a su esposo se encuentra en un estado de ansiedad permanente, tiene pesadillas, insomnio, y sentimientos de culpa que intenta negar. Piensa que Elektra puede saber algo para su alivio; pero ella dejará de soñar cuando muera .Sus dos hijos, Elektra y Orestes, representan una amenaza para ella en cuanto conoce su resentimiento.
Crisotemis es otra hija, quien sólo desea una vida común y tener hijos y no comparte el deseo de Elektra. Aunque Orestes había sido enviado lejos, durante todo aquel tiempo, también tiene el mismo deseo de venganza, aunque su tristeza y su coraje no han causado los estragos que observamos en Elektra. Finalmente la venganza se consuma y culmina con la muerte de Elektra como si el odio le hubiera explotado.
La música
Se ha criticado a Strauss haber escrito cacofonías y no música que a ratos es disonante. Esto resulta de que en lugar de pasar de un tono a otro (modular) une tres acordes en uno, por ejemplo: do-re-mí, haciendo un acorde de cuatro notas o cinco. Sin embargo este recurso es muy adecuado para expresar la “disonancia” extrema de los sentimientos, de un deseo o de un impulso negativo.
¿Qué mayor  disonancia cultural puede haber entre el conflicto mortífero entre una madre y su hija? O ¿entre el dolor por del asesinato del padre por parte de la madre? O ¿por el sacrificio de una hermana por parte del padre? En la ópera la música “habla” los sentimientos de los personajes y estos son la voz de Aqueronta en el sujeto, de su infierno interior.
El gran choque emocional que produce la ópera tiene que ver con el genio de Hofmannsthal y que si la tragedia de Sófocles se ubica en un tiempo mítico, necesariamente pre-cristiano, el drama de aquel tiene características de nuestra cultura moderna.
En esos tiempos míticos los actos de los dioses y los humanos confluyen con frecuencia, las acciones incluyen venganzas terribles, asesinatos casi inconcebibles porque las fuerzas que regían el destino de los hombres eran otras.
Entre paréntesis menciono que hay una corriente psicológica que se apoya en el grito primal, el grito primitivo de un ancestro de la prehistoria y cuyo ejemplo remanente encontramos en el “¡kiai!” del karate utilizado en el momento de la descarga del golpe, que tiene la doble función de extraer un plus de energía y la de intimidar y sorprender al oponente.
La orquesta requiere de 111 músicos con la que el volumen impone la necesidad de atletas de la voz, especialmente en el papel de Elektra cuya estancia en la escena es casi en toda la ópera.
Como datos llamativos tenemos las tres notas iniciales que son como el leit motiv de Agamenón y que se repiten durante la alucinante danza de Elektra, significativas en la medida en que Agamenón ha muerto antes y Elektra va a morir durante su compulsivo baile.
La música tiene la sugerencia de los latidos cardíacos hasta estallar el corazón. Para Climtemnestra la orquesta emite gruñidos en los celos, algo así como deflagraciones en los metales y alaridos en las maderas acompañados de raras percusiones.
El canto de Elektra, el de su madre y de su hermana tiene reminiscencias exquisitas que sugieren belleza y gran desorden. Aunque no es el caso pretender un psicoanálisis freudiano a la ópera en cuestión, es necesario reconocer que Hofmannsthal enfatiza elementos de esa naturaleza. Ya se dijo que el ambiente vienés era favorable y no es ninguna exageración una lectura de tal cualidad. Es muy probable que Hofmannsthal haya tenido en mente también Hamlet, puesto que el repertorio de Shakespeare le era familiar. Dentro de sus obras se incluyen dos referentes a Edipo y una sobre Helena.
¿Cuándo y dónde?
Sábado 30 de abril, a las 12 horas, en el Teatro Macedonio Alcalá.

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