Pasar al contenido principal
x

Campesinos celebran a San Isidro Labrador

Foto(s): Cortesía
Redacción

SAN MIGUEL TALEA DE CASTRO, Oaxaca.- Son varios los santos y vírgenes que se veneran en esta población de la Sierra Juárez, pero la fiesta de San Isidro Labrador es peculiar, son los campesinos los que ponen el alma y el corazón para celebrar a su santo patrón, a quien cada 15 de mayo con mucha fe le piden agua y una buena cosecha.


El festejo a San Isidro labrador cautiva los sentidos, huele a humo, a dulce de caña recién exprimida, a panela fresca, a leña recién cortada, a caldo de res hirviendo, a tortillas calientes y a pólvora quemada.


Los sabores son diversos y todos se fusionan, hasta el paladar más exigente es cautivado por el plátano en melado, el agua de caña dulce, el tepache de panela, las tortillas con chintextle, o salsa de molcajete, el mezcal, el café y el pozonque.


En las casas hacen eco los sonidos, de la Banda de Música Municipal Alma Taleana y el Instituto Intercultural Calmécac, los sones y jarabes hace que el cuerpo se mueva, los cohetes estruendosos hacen sobresaltar a más de uno, los anuncios por el alta voz invitan a los eventos que se desarrollan por la fiesta y las risas de los niños parecen no cesar en los juegos y el sonidos de las pláticas entre los paisanos que se encuentran parecer ser interminables.


En el templo, ofrendas como semillas y frutas es lo que rodea al santo labrador, todos los productos son provenientes del campo taleano, esta fiesta reúne también a campesinos de pueblos cercanos y a taleanos que en cada fiesta vuelven a su tierra.


Los causantes de este mosaico de sabores, olores y sonidos son, la Comisión de Festejos y un grupo de campesinos que liderados por Rosendo Miguel Jiménez trasladan parte de su rancho al atrio de la iglesia, y es así como la gente se da cuenta del trabajo que realizan día a día en los ranchos cercanos a la población.


Y es que se puede apreciar cómo se saca el jugo de la caña para la elaboración de la panela, los campesinos instalaron un trapiche que durante los tres días de fiesta es movido por una yunta de bueyes para sacar el jugo a la caña, también hacen demostraciones de cómo se raja un tronco para sacar la leña, y la desgranada de mazorcas.


No abandonaron su rutina de todos los días en los ranchos de esta población, los campesinos comparten su trabajo y el fruto de este con los asistentes a la fiesta, elaboran plátano en melado para todos, brindan con tepache de panela y los niños saciaron su gusto por el dulce con un rico jugo de caña.


Rosendo Miguel Jiménez es el campesino que desde 2002 se encarga de instalar el trapiche en el atrio del templo de San Miguel Arcángel, en entrevista menciona que dispone parte de su tiempo para estar en esta actividad, ya que lo que hace es una ofrenda para su santo patrón.


“Es el día de los campesinos, y nuestra fe nos lleva a pedirle agua, una buena cosecha y que nos proteja en el camino al campo”, detalla Rosendo Miguel.


Plática que todos días sale al rancho, se va caminando, y en ocasiones cuando les toca trabajar en terrenos lejanos tienen que irse varios días, llevándose tortillas y lo necesario para su estancia.


“Aquí hay lugares en los que no se puede llegar en carro, a veces tenemos que regresar en las tardes y lo hacemos caminando, si hay leña o algo que traer, se echa a la bestia y ya”.


Lo que producen


Él produce café, caña, y tiene su milpa, con el jugo de la caña hace la panela, trabajo que dice gustarle mucho, al igual que mostrar en la fiesta a los demás el proceso de elaboración.


Rosendo Miguel es apoyado por su familia y otras familias de campesinos en esta festividad, Enrique Hernández Sebastián y Lino Bautista, mientras reparten tepache y jugo de caña, mencionan que esta fiesta es para ellos y se alegran de que la gente celebre a su lado.


“El trapiche está puesto y los bueyes tienen que caminar, mucha gente se acerca para arrear al toro, otros ayudan a limpiar los plátanos para meterlos en el jugo de la caña y se convierta en melado, esto sólo se hace una vez al año en el atrio”, detalla Enrique Hernández.


Los tiempos en el campo son perfectos, los campesino en este lugar terminan de cortar café y en marzo, abril y mayo comienzan a producir panela, las jornadas de trabajo son largas y cada producto sembrado tiene su época de cosecha, la alimentación en los ranchos es básica.


“En el campo se come lo que hay, fríjoles, guías de calabaza, nopales y café, a veces cuando llega la patrona se come mejor, o también cuando se caza algún animalito”, comparte Lino Bautista.
Mientras la tarde cae, los campesinos comparten con las personas provenientes de otros pueblos parte de su comida, otros más esperan a que los danzantes comiencen su actuación o bien se van a arreglar a su casa para acudir al baile.


La Comisión de Festejos también hizo su parte en la fiesta de San Isidro Labrador y convocó a músicos y cantantes, para darle más alegría a esta festividad, la noche del sábado 14 de mayo se iluminó por la pirotecnia que estalló en el cielo.


Aunque el deporte más famoso en la Sierra Juárez estuvo ausente, ya que no hubo torneo de basquetbol, en la cancha montaron un ring que fue el sitio donde jóvenes mostraron su destreza en el box.

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.