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Diez años de sueños 

moda
Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

Fernando Toledo

En 2012, la dupla de diseñadores Dolce & Gabbana decidió realizar por primera vez en Taormina una fiesta especial para mostrar, literalmente, las joyas de la corona, lo más excelso de su casa de modas. El camino ha sido arduo, bello y dramático... como en una buena ópera italiana.

Para estos creativos, que llevan en la sangre toda la calidez y talento artístico de su país, este viaje lleno de diseños y materiales únicos, trabajados a mano y siguiendo las tradiciones artesanales más antiguas, ha ido siempre "in crescendo", mostrando lo mejor de su tierra con shows que dejan boquiabiertos a sus invitados, que llegan de todas partes del mundo dispuestos a vivir unos días de una gran experiencia a la italiana.

Y en esta ocasión no han defraudado, ya que lograron algo único: formar una familia que siempre está a la expectativa por ver en qué palacio, templo, jardín o lugar histórico será el escenario de sus desfiles, que muestran que el estilo italiano, barroco y desmedido, está más vigente que nunca.

Sus más de 750 invitados acudieron con sus mejores galas, desde vestidos llenos de flores hasta coronas dignas de vírgenes de retablos, a esta cita de moda y glamour mediterráneo.

Una gran labor de investigación sobre historia, geografía, gastronomía, tradiciones y leyendas tiene lugar previamente para recrear mundos mágicos en los que se ha hablado de diversos lugares, desde Venecia a Como, y desde Florencia a Palermo, para mostrar cómo la moda encaja perfectamente con la alegría, la fiesta, la música, la danza y el alma del país de la bota, del cual son los mejores embajadores.

"Si hay algún mensaje que podemos dar respecto a este proyecto que nos apasiona y nos reta cada vez, después de 10 años, es que los sueños se pueden cumplir si se trabaja con amor para lograrlos", afirmó Domenico, momentos antes de empezar con esta fiesta que contó con famosos como Helen Mirren, Monica Bellucci y Sharon Stone.

La ciudad portuaria de Siracusa, crisol de razas y culturas, tierra de Arquímedes y Caravaggio, ha sido el escenario para mostrar lo mejor de su Alta Moda, Alta Sastrería y Alta Joyería.

El desfile femenino tuvo lugar en la plaza de la isla de Ortigia, lugar donde se filmó Malena, con Monica Bellucci, en donde, con el pueblo cerrado y los vecinos en los balcones, desfilaron bellezas de todo el mundo enfundadas en trajes barrocos que quitaban el aliento y que estaban inspiradas en la ópera Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni, un drama en el cual destacaron las mujeres vestidas con el clásico negro siciliano y con referencias a la religión, como mantillas, "madonnas" y coronas.

Diseños que dieron paso a tonos vivos como el neón, encarnados en siluetas trabajadas con múltiples pétalos de tafeta.

La pasarela de hombres, realizada en el puerto Marzamemi, dio paso a una fantasía que habla del pasado sarraceno o árabe de esta región, en donde los modelos incluían corsets trabajados como armaduras, intrincados tops con piedras brillantes, faldas plisadas, caftanes y zapatos tipo babucha, en un coctel lleno de energía masculina que estaba basado en una antigua leyenda sobre una princesa y un tesoro escondido en estos lares.

Para presumir la joyería, los diseñadores pensaron en la famosa Grotta dei Cordari para presentar, en un espectáculo con danza y teatro, las más selectas piezas que incluyen trabajos intrincados llenos de oro, plata, diamantes, piedras preciosas y monedas antiguas o dracmas.

Tras cada presentación, los clientes de todo el mundo partían en sus carrozas modernas a celebrar, ya sea junto a la playa o a un castillo milenario.

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