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Lecturas para la vida: Habitando la nada

ilustracion
Foto(s): Cortesía
Redacción

Por Antía Alfonso

La nada es, según el diccionario, la ausencia absoluta de cualquier cosa. Yo no conocía la nada hasta que estuve en ella. Aquí, donde vivo, se piensa que la nada es más bien un sinónimo de “muy poco”. No tienes nada de dinero, no tengo nada de comer. Algo habrá, aunque sea unas monedas para el camión, un pan seco. 

Quería contar mi experiencia estando en la nada, pero para eso necesito explicar cómo llegué a ella. Es bastante simple: morí. No estoy muerta ahora mismo ni mucho menos, eso es un gran cliché, personajes que escriben desde “el más allá”, describiéndolo siempre con los mismos tres adjetivos: frío, oscuro, solo.

No estoy muerta, pero sí morí en algún momento. Un día se me cerró la garganta y no pude respirar más. Quedé ahí, muerta en medio de la sala, muerta de la forma menos poética en la que uno se puede morir. Muchas veces pensé en mi propia muerte, sobre todo cuando era niña y comencé a interesarme por los cuentos policiacos y los relatos paranormales.

Pensaba si dejaría un cuerpo bonito, si podría verme a mí misma en el momento en que me encontraran, qué foto pondrían junto a mi ataúd.

No vi nada de eso y tampoco quise saberlo después. No hubo otra yo intentando tocar su propio cuerpo translúcido ni asustando a los vecinos. Sólo nada. Como cuando uno se duerme después de un día pesado y al otro día no recuerda qué soñó. Dije que iba a describir qué era estar en ese lugar, pero realmente no puedo hacerlo porque ni siquiera tengo la certeza de que sea uno. 

La nada, como mencioné anteriormente, es la nada. En la nada no hay nada. No puedo describirla como fría ni oscura ni sola, así que debo admitir que hice trampa diciendo que lo haría cuando en realidad buscaba contar la historia de mi muerte y de mi posterior resurrección, o como me gusta llamarlo, el despertar.

Aun así, puntualizo que el hecho de decir “despertar” no se trata de otro cliché en el que todo fue un sueño, si bien las experiencias son similares. Yo sí estuve muerta. Continuará el próximo sábado…

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