Nací José, en el solsticio de verano. Un día de los dos más largos del año que, a la larga, valga la redundancia, se convertiría en mi sonata de burla.
La fiesta estaba en el punto más álgido, los destellos de la noche eran testigos y cómplices a la vez de la algarabía de aquel gentío en la negrura del carnaval
Eva encontró en aquel pequeño libro frases que atraparon su alma, que la llevaron a reconocer que gran parte de lo que es, proviene y está construido en los inicios de su vida.