A un año del inicio de la emergencia sanitaria por el coronavirus, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos llamó ayer a los católicos a aprovechar el confinamiento para purificarse y poder así estar más cerca del Señor.
“Son momentos de gracia, no de negación, ni de desesperación”, asentó.
Durante la homilía de la misa del quinto domingo de la Cuaresma, celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el pastor religioso sostuvo que este año ha sido de mucho sufrimiento y de sacrificio, porque se ha renunciado a muchas cosas por la pandemia.
“Muchos de ustedes han renunciado a tener sus vacaciones, a tener sus paseos, a tener sus convivencias familiares, a tener celebraciones que antes hacían. Tuvimos que renunciar porque tenemos que cuidar nuestra vida y la vida de nuestros semejantes, la vida de nuestros seres queridos”, asentó.
Por eso, expuso que los creyentes necesitan aprovechar el confinamiento por la pandemia y purificarse para poder acercarse más al Señor.
“Hay que purificarnos, hay que sacarle provecho a esto. No sólo renegar, no sólo desesperarnos y decir ‘bueno, pues cuando se va a acabar esto’. No, mejor digan ‘Señor, purifícanos, para que nos podamos acercar más a ti, para que sintamos la necesidad de ti’. Y así, esté presente con nosotros, padeciendo con nosotros, porque completamos lo que falta a la Pasión de Cristo”, añadió.
De este modo, subrayó que los católicos podrán tener un corazón como lo quiere Dios, siempre dispuesto a amar.
“Quite de su corazón lo que no agrada a Dios, lo que no le trae bendición, lo que no le trae gozo y alegría ¿A poco se alegran sintiendo odio, rencor y deseos de venganza?”, señaló.
Destacó que los creyentes necesitan tener un corazón para amar y no pasar la vida dañando a los demás, hablando mal de los demás.
“No porque hablemos mal de las personas se van a corregir. Se van a corregir si usted eleva su plegaria a Dios y pide misericordia y conversión, pero primero, quítese la viga que tienen en su ojo para que pueda ver la pajita que tiene su hermano”, refirió.
Resaltó que los católicos necesitan dar los pasos como dispone Dios para arreglar su corazón, sus sentimientos y su entrega. “Somos discípulos de nuestro Señor, no nos pasemos la vida condenando a los demás. En la cruz, nuestro Señor nos perdonó a todos y nos dice ‘perdona y serás perdonado. No condenes y no serás condenado’”, añadió.
Por eso, pidió a los creyentes aprender de nuestro Señor y sentir la experiencia de ser amados por el hijo de Dios, quien murió por todos en la cruz para salvarnos, perdonarnos de nuestros pecados y para tener sentimientos en favor de sus hermanos.
“Que esta semana la podamos vivir intensamente para seguir contemplando a nuestro Señor que va a dar su vida por nosotros y que va a resucitar. Y que quiere que seamos capaces de dar la vida por él, dar la vida por nuestros hermanos en el servicio y un día ser glorificados también con él, porque el que sirve a Dios, será glorificado por Dios”, terminó.
Un año de encierro
“Hemos vivido un tiempo, un año de mucho sufrimiento. Ayer, cumplí un año de estar encerrado en mi casa. El 21 de marzo, que era un sábado, me encerré porque nos pidieron que ya no hubiera celebraciones presenciales y ya el domingo, la misa fue virtual”: Pedro Vázquez Villalobos, Arzobispo de Oaxaca.
