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La capilla que fue cárcel, en Tlaxiaco, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

HEROICA CIUDAD DE TLAXIACO, Oax.- Después de casi siete décadas, una capilla del antiguo convento dominico y templo parroquial de Santa María de la Asunción, donde funcionó el Centro de Readaptación Social (Cereso) número 12, fue restituida por el gobierno estatal a la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca.


Este espacio era utilizado como reclusorio por un decreto de comodato expedido por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 15 de octubre de 1949.


La restitución fue hecha formalmente por el director general de Reinserción Social, Silvestre Manuel Muñoz Hernández al representante legal de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, Romualdo Wilfrido Mayrén Peláez, durante el acto de entrega-recepción, efectuado el 26 de abril pasado, en el interior de la parroquia.


La devolución se concretó por el cierre del Cereso número 12, ordenado por el gobierno estatal el 19 de noviembre de 2017, debido a las afectaciones causadas por los sismos de dos meses atrás y por  las condiciones de hacinamiento, la carencia de agua potable e inadecuados servicios sanitarios, la falta de espacio para la ejercitación física y a las de por sí, malas condiciones del inmueble.


Según el acta de entrega-recepción, la capilla “se encuentra en condiciones normales”, aunque presenta “deterioro de uso”.


Por esta situación, en años anteriores, las comisiones Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitieron recomendaciones por la violación a los derechos individuales de los internos –en especial en lo relativo a la seguridad jurídica y a un trato digno– y sugirieron la construcción de un reclusorio que proporcione dignamente los servicios necesarios.


Incluso, estas desfavorables condiciones, originaron una visita del entonces presidente de la CIDH, relator para México y relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad, Florentín Meléndez Padilla, en el Cereso número 12, en agosto del 2007, para conocer de cerca la situación.



Una joya el interior del templo dominico. FOTO: Emilio Morales

¿Qué sigue?


El párroco Santiago Sánchez Sánchez se congratuló con la reintegración de la capilla por pertenecer a la Iglesia Católica y subrayó que una vez recibida, se requerirá ahora la presencia de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para la realización de una revisión y así se puedan conocer sus condiciones.


Explicó que el dictamen del INAH permitirá determinar las obras de rehabilitación a desarrollarse, especialmente por las modificaciones realizadas al inmueble, porque la intención es destinarlo al uso religioso.


“Eso es lo que estamos esperando, que hagan una revisión para conocer qué hacer por ser un edificio histórico”, señaló.


Detalló que la parroquia requiere de mayores espacios para la catequesis y la evangelización, por ser una de las más grandes de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca.


“Necesitamos más áreas para la catequesis de niños, jóvenes, adultos y otras actividades con los fieles”, asentó.


El sacerdote dijo que la parroquia, después de la intervención del INAH, solicitará otra vez la ayuda del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Bienes Artísticos de Propiedad Federal (Foremoba y a la Fundación Alfredo Harp Helú, para poder rehabilitar el espacio.



Aquí iniciaba una distinta realidad para quien caía preso. FOTO: Emilio Morales

“De hecho, ya nos han ayudado en dos etapas con la rehabilitación de la cubierta del templo”, indicó.


Necesario, dictamen del INAH


“Desde hace mucho años atrás se tenía la inquietud de que se cerrara el reclusorio; un sacerdote empezó a hacer las gestiones para que se construyera uno con las condiciones requeridas, porque los internos son seres humanos, pero hubo cambios en el gobierno y ahí quedó todo. Lo que queremos ahora es que vengan especialistas del INAH y realicen una visita para que se determine cómo se va a restaurar, pues seguramente se tendrán que retirar todas las modificaciones, y así la capilla recupere su esplendor. Aunque aún no se ha definido, seguramente se ocupará para la catequesis o como habitaciones para las religiosas. La parroquia es grande y se tienen muchas necesidades de espacio”: Raúl Velasco Saavedra, presidente del Comité de Conservación y Organización del templo de Santa María la Asunción.


​Fuga multiple en los 60


“Yo estaba chamaco, pero me acuerdo que en los años 60 se escaparon entre ocho y nueve presos por una ventana del dormitorio uno que llegaba al Juzgado Mixto. Tenía un tío que estaba preso y le traía de comer, entonces una señora me dijo ‘ya no vayas, porque se escaparon los presos’, ¿cómo que se escaparon?, le respondí. Llegué hasta aquí, pero ahí estaba él, no se había ido, porque ya le quedaba poco para salir. Y de los que se fugaron, ya nada se supo, no los volvieron a agarrar”: Raúl Reyes Velasco, integrante del Comité de Conservación y Organización del templo de Santa María la Asunción.



Uno de los dormitorios del ahora desaparecido Cereso número 12. FOTO: Emilio Morales

El cura pederasta


En el Cereso número 12, estuvo preso a principios de la década del 2000, el ecologista de Santa Cruz Itundujia, Sansón Aguilar Sánchez, quien fue acusado de un homicidio por oponerse a la explotación de los bosques por caciques de la zona.


Actualmente, se encontraba recluido el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, quien fue sentenciado a 16 años y seis meses de prisión por el delito doloso de corrupción de menores de 18 años en su modalidad de inducción a actos sexuales y exposición de filmes pornográficos.


Gobierno modificó la capilla


Para acondicionar la capilla en reclusorio, el gobierno hizo muchas modificaciones en el inmueble, especialmente la construcción de literas de cemento para albergar a 58 internos en tres dormitorios.


Además, edificó otras instalaciones para albergar el taller de carpintería, una tienda, una bodega, un área técnica, la escuela de alcohólicos, una cocina y baños.


Sismo y cierre del Cereso


En un comunicado, fechado el 1 de diciembre del año pasado, la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), a través de la Subsecretaría de Prevención y Reinserción Social, informó el cierre del Cereso número 12 a fin de garantizar la integridad física y vida de las personas privadas de su libertad, así como del personal penitenciario y visitantes, ante las afectaciones causadas por los terremotos de septiembre.


Los internos fueron trasladados en dos grupos a los reclusorios de la Villa de Etla y de San Juan Bautista Cuicatlán.

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