HUAJUAPAN DE LEÓN, Oaxaca.- A 31 años de que se registrara el sismo de 8.1 grados en escala de Richter, la dirección de Protección Civil de Huajuapan, en coordinación con cuerpos de emergencia, desarrollaron un simulacro para conservar la cultura de la prevención en la demarcación; aunque los edificios principales de este municipio, como es la presidencia municipal, carezcan de rutas de evacuación.
El director de Protección Civil, Patricio Flores Marín, comentó que “hace 31 años se vivió el peor sismo que ha ocurrido en México y que a raíz de este acontecimiento marcó la historia de nuestro país, pues en el mandato del presidente Vicente Fox se determinó que el 19 de septiembre se conmemoraría el día de Protección Civil, por lo que existe el compromiso de seguir cultivando acciones preventivas en la población, con la finalidad de conocer cómo reaccionar en un terremoto como el del 19 de septiembre de 1985”.
Aseguró que a las 11:30 de la mañana se hizo sonar la alarma sísmica, la cual fue propagada por una radiodifusora local, en donde indicaba a la ciudadanía que debían de evacuar sus áreas de trabajo, sus domicilios o los sitios donde se encontraran, con la finalidad de que supieran cómo reaccionar en el caso de un sismo con una intensidad de 8.1 grados en escala de Richter.
"No está preparado Huajuapan"
En el caso de que Huajuapan sufriera un sismo mayor a los 8 grados en escala de Richter, el municipio no está preparado para atender a los lesionador que resulten de este movimiento telúrico, pues aseguró el director de Protección Civil, que los hospitales están saturados, no se cuenta con un nosocomio de especialidades que pueda atender este tipo de siniestros, además de que se carece del equipo para poder ayudar a las personas que vivan una tragedia semejante.
Indicó que “la tarea de la prevención es una de las más complicadas porque no estamos acostumbrados, pero esperamos que con el paso de los años esto se pueda ir fortaleciendo y que se eviten situaciones que pongan en riesgo nuestra integridad, como es correr, empujar o situaciones similares”.
Triste recuerdo
Leonardo Rojo López, sobreviviente del sismo de 1985 en la Ciudad de México, dijo que el 19 de septiembre de ese año le tocó vivir el terremoto cuando viajaba en el metro y que el recuerdo que le queda de esa época es escabroso, pues los vagones del metro se mecían, las estaciones se oscurecieron y mucha gente comenzaba a gritar, otros más se desmayaban y algunos murieron en el intento de escapar.
Dijo que al salir de la estación del metro se condujo a un hospital que se encontraba en la zona de San Pablo, en donde ayudó a que gente que se encontraba atrapada entre los escombros, en su mayoría médicos y enfermeras, los cuales perdieron la vida tratando de rescatar a los enfermos.
Manifestó que el panorama era escalofriante, pues al sacar los cuerpos de las personas se percibía un olor fétido, además de que estaban llenos de moscas y gusanos, lo que hizo que durante un año y medio no comiera carne, porque el recuerdo de ese 19 de septiembre siguió presente durante muchos días más.
Sostuvo que “cuando yo salí del metro, ayudé a sacar a la gente de los escombros, los sacamos como pudimos, me la pasé ocho días ayudando, a mí ya me daban por muerto porque no hubo manera de comunicarme con mi familia, por lo que después decidí regresar a Huajuapan y vivir de manera tranquila”.
La tragedia
El sismo del 19 de septiembre de 1985 fue de 8.1 grados de magnitud en la escala de Richter y comenzó a las 7:17 horas, aunque en la Ciudad de México se percibió a las 7:19; duró dos minutos, su epicentro fue en el Océano Pacífico; el número de víctimas de esa época está estimado en 10 mil muertos.
