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Mujeres de Oaxaca resisten al desempleo con cooperativa feminista

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

Texto: Citlalli López Velázquez / Fotos: Cortesía 

Nació como una propuesta feminista ante la crisis de desempleo generada por la pandemia.

Con una visión clara fue tomando forma hasta conformarse en la Cooperativa de Mujeres Autogestivas (COMA) que demuestra que es posible una economía basada en el trueque, el tequio, sin competencia, expendiendo productos que no dañan el ambiente y compromiso compartido.

María Elena Gallegos fue una de las primeras en llegar al espacio construido a iniciativa de Dana Cruz.

Cuando se empezaron a cerrar los espacios de empleo por el inicio de la pandemia, ella halló una alternativa creativa.  

“En COMA encontré un lugar en donde podía ofrecer mis productos, era un lugar seguro y fijo”, explica María Elena, quien vendía en tianguis, porque a falta de oportunidades no había podido formalizar su negocio.

La cooperativa surgió a principios de la llegada del virus SARS-CoV-2 (COVID-19).

“La economía se vino abajo, algunas mujeres ya no podían salir a trabajar, otras más quedaron desempleadas. Necesitábamos hacer algo para apoyarnos”, expresa Dana.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), al segundo trimestre de 2021, en Oaxaca de la Población Económicamente Activa (PEA) desempleada, 10,948 eran mujeres.

Los resultados del estudio Madres trabajadoras y COVID-19. Efectos de la pandemia en circunstancias de teletrabajo en México que elaboró el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), agrega que el nivel de ocupación laboral entre las mujeres mexicanas durante la pandemia, se redujo en 7 por ciento en comparación con enero de 2020, antes del confinamiento por la COVID-19.

 Socias, no empleadas

Al igual que todas las mujeres que integran la cooperativa, Dana es egresada de la Escuela para la Libertad de las Mujeres (ELM) en donde adquirió conocimientos sobre otras formas de economía y conformación de redes de apoyo.

Contraria a la lógica de la organización empresarial, sino más bien basadas en la economía solidaria, Dana hizo la invitación a otras mujeres para aventurarse a esta nueva experiencia y en abril de 2021 conformaron COMA.

Las cooperativas son una forma de organización laboral y económica en la que sus integrantes son socias y no empleadas.

La base es la igualdad y deciden sobre sus ganancias y su tiempo.

Otro principio es la ayuda mutua para el cumplimiento de objetivos individuales y colectivos.

“COMA es una cooperativa de mujeres con perspectiva feminista y ello nos ha abierto otro camino, nos ha hecho aventurarnos a construir este modelo y organizándonos para que lo que se haga en la cooperativa nos llene a todas, que el trabajo de todas sea equitativo y sororo”, añade Fany Reyes, quien ofrecía sus productos a través de redes sociales.

Como en toda cooperativa, también construyeron sus principios básicos, entre éstos creer fielmente en impulsar la economía solidaria en todas sus formas, propiciando figuras económicas antiguas como el trueque, el tequio, las donaciones, compartencias, fiesta, y otro.

Luci López explica que a lo largo de su conformación han ido enfrentando obstáculos y haciendo modificaciones necesarias para seguirse consolidando.

Actualmente son 10 integrantes, número que es fluctuante.

Integradas en comisiones rotativas, cada una tiene una función específica: organización, caja, redes sociales, consignación, secretaría y dinámicas.

Espacio laboral libre de violencia y de acoso

Otra característica que destaca de la cooperativa feminista, es que son espacios que se constituyen como fuentes laborales libres de violencia y acoso.

“Es un espacio seguro, que implica estar en un ambiente en donde, a pesar de que somos varias, cada una tiene su marca, aparte de que eres tu propia jefa y dueña de tu negocio, se genera la seguridad de que puedes llegar con confianza el momento que estas pasando, sentirse apoyada y acuerpada”.

“Queremos hacer ver que hay otras maneras de hacer economía, una que se contrapone al capitalismo porque la finalidad es apoyarnos, ser sororas con otras compañeras que no tienen la posibilidad de tener un establecimiento fijo, tener un espacio seguro, libre de acoso”, señala María Elena.

La cooperativa está ubicada en la Calle de Bugambilias número 211 en la Colonia Jardín, en la capital del estado.

Ahí podrán encontrar artículos artesanales, ecológicos, playeras con mensajes feministas, cervezas artesanales creadas por mujeres, artículos para el autocuidado, plantas, alimentos, entre muchos otros, procurando siempre que lo que se venda sean ecológicos, eco sustentables, que cause el menor impacto ecológico y que no sean productos industriales.

Con este compromiso con el medio ambiente, también invitan a la clientela a realizar acciones a favor del medio ambiente.

Todos los productos pueden ser comprados, pero también adquirirse a través del trueque y caja de ahorro.

Además de lo anterior también son desarrollados distintos talleres que van encaminados al empoderamiento de las mujeres e ir eliminando estereotipos.

 

“La economía se vino abajo, algunas mujeres ya no podían salir a trabajar, otras más quedaron desempleadas. Necesitábamos hacer algo para apoyarnos”.

Dana Cruz, Iniciadora de la COMA

 

“En COMA encontré un lugar en donde podía ofrecer mis productos, era un lugar seguro y fijo”

María Elena Gallegos, Integrante de la COMA

 

10 mujeres integran actualmente COMA.

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