Es común poder observar a las orillas de las carreteras o en calles de la ciudad de Oaxaca, llantas usadas que fueron abandonadas y de las que nadie habla, pero que de manera silenciosa van contaminando de manera importante el medio ambiente.
Además, este tipo de producto es usado como elemento de protesta; tan solo el domingo, estudiantes normalistas quemaron llantas frente al Palacio de Gobierno en el zócalo de la ciudad.
Las llantas, al quemarse, emanan monóxido de carbono, dióxido de carbono y dióxido de azufre; los tres son gases irritantes y actúan a nivel de los pulmones, las vías respiratorias y las mucosas expuestas.
Pueden producir crisis asmáticas, asfixia, ardor en la garganta, ganas de toser, hinchazón en la boca o incluso conjuntivitis química. Igualmente, podría generar secreciones en la nariz y a nivel de los pulmones.
El presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientales de Oaxaca (COAO), Gerardo Aldeco Pinelo, aseguró que la contaminación que produce una llanta se origina desde que hace fricción entre este producto y el suelo.
“Los efectos contaminantes de una llanta empiezan desde que se producen, hasta que no se tratan adecuadamente en su último ciclo de vida útil del neumático”, comentó.
Aseguró que en la entidad no existe una empresa que le dé tratamiento a los neumáticos usados, como en otras partes del mundo; por el contrario, se desechan en la basura o se dejan abandonados en las calles y carreteras.
Otro uso que le dan al neumático en algunas empresas ladrilleras, es utilizarlo para iniciar la combustión de los hornos, método que no es bien visto por la contaminación ambiental que se genera.
Las llantas abandonadas en terrenos, viviendas o carreteras representan un peligro para la salud de los habitantes, ya que en épocas de lluvia, guardan el agua en su revestimiento interior, lo que genera la propagación de mosquitos que pueden transmitir el dengue, zika o chikungunya.
El ambientalista comentó que la degradación de los neumáticos es muy lenta, puede tardar incluso más de 200 años y durante este proceso expide gases contaminantes que se quedan en el aire.
Expresó que el problema de las llantas usadas es difícil de erradicar, ya que tan solo en la capital circulan cientos de automóviles diariamente.
Además, en la actualidad y tras el problema del cierre del basurero de Zaachila, la basura se está acumulando en el playón de riberas del Atoyac, lo cual aseguró que es el peor lugar para hacer esta actividad, porque la acumulación de basura genera lixiviados que se filtran en el suelo.
“Lamentablemente no sólo se tira basura, también hay una gran cantidad de neumáticos que son aventados a los ríos Salado y Atoyac, lo que contribuye a su extrema contaminación”, dijo.
Los neumáticos tienen como composición principal el hule, el acero y la fibra textil. Los dos primeros compuestos son totalmente aprovechables en la fabricación de bienes de acero o de hule como soportes, topes, señalización, pasto sintético e incluso es utilizado en la colocación de concreto hidráulico o asfalto ahulado y por supuesto como combustible alterno en el co-procesamiento.
De acuerdo con el Plan de Manejo de Neumáticos Usados de Desecho publicado en el 2015, la generación de neumáticos usados de desecho en México no ha sido cuantificada como tal; tampoco existe un sistema nacional de baja de vehículos que nos permita hacer un cálculo indirecto confiable de las llantas que se desechan por año.
Sin embargo, con la información recabada e incluida en este Plan de Manejo, se puede estimar que cada año se desechan aproximadamente 32 millones de neumáticos usados de desecho, teniendo en cuenta la producción aparente.
Se estima que cada año se desechan 32 millones de neumáticos usados en México.
Las llantas usadas representan un problema de contaminación.
Los neumáticos generan mosquitos que transmiten enfermedades.
“Los efectos contaminantes de una llanta empiezan desde que se producen, hasta que no se tratan adecuadamente en su último ciclo de vida útil del neumático”.
Gerardo Aldeco Pinelo, Presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientales de Oaxaca
