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Exbasurero de Zaachila: foco de infección, a un año sin saneamiento

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

A un año de que fuera cerrado, el tiradero de basura de Oaxaca de Juárez sigue sin ser saneado y escupiendo lixiviados, líquidos peligrosos que contaminan los mantos de agua y propagan las enfermedades.

 

 

La basura acumulada durante 42 años, descansa en un cerro de 300 metros de altura. Sus entrañas supuran todos los días y forman ríos que recorren unos cuatro kilómetros hasta desembocar en el río Atoyac. 

“Estamos enfermando, nuestra agua y suelo está contaminados”, aseguran pobladores. 

Una cadena y un grupo de pobladores resguarda la zona día y noche para evitar el ingreso. 

 Adentrarse al lugar requiere de permiso de las autoridades de la Agencia Vicente Guerrero. La imagen del tiradero de antes a ahora no ha cambiado mucho sólo que en la actualidad ya no revolotean zopilotes en su cima, su olor es distinto porque los gases emanados se internan en la nariz ácidamente y generan dolor de cabeza.

 

 

Rosario García, coordinadora del sector La Franja de la colonia Vicente Guerrero, encabeza el recorrido. Sus pies se hunden ligeramente en la capa de tierra que esconde toneladas y toneladas de desechos. 

Ella llegó hace 12 años a la colonia, como la totalidad de sus habitantes, arrojada por la necesidad de vivienda económica. En 2005 por un lote de 8 por 19 metros ubicado en la Colonia del Bosque, le costó 8 mil pesos. Ahí mismo compraron dos de sus hermanos y su padre. Para la familia era inimaginable que la basura se extendería de tal manera que, al cierre del tiradero la basura quedó a sólo 100 metros de distancia de sus viviendas.

 

 

Con los años y las problemáticas ambientales sus hermanos decidieron vender e irse, ella se aferró al lugar como su único patrimonio, de ahí la demanda de exigir el saneamiento del lugar.

En ese tiempo el basurero no era nada de lo que hoy es. Lo recuerdo con poca basura, siempre todo el tiempo a cielo abierto. Nosotros, debido a la necesidad de dónde vivir para no rentar, nos venimos aquí. Creció la población al igual que la basura. Así se extendió este lugar”, relata surcando con sus pisadas el agrietado cerro de basura. Cada hendidura es un charco negro que con ramificaciones que escurren hasta formar un riachuelo.

Uno de los habitantes con más antigüedad de vivir en el lugar es Abelardo Castro Campos. Llegó hace 27 años. Al inicio el basurero sólo recibía los residuos que generaba la capital del estado, pasados los años las autoridades municipales capitalinas consideraron buena idea allegarse de recursos con el cobro del ingreso de las unidades compactadoras de otros municipios, recuerda Abelardo, vocal de la colonia Olimpo

“Cobraban mil 200 por un compactador de 8 toneladas. Los últimos cobros fueron de 2 mil 500 por compactador. Hoy por un flete de un tráiler con dos góndolas el municipio de Oaxaca está pagando 65 mil pesos a otra empresa para que se lleve su basura. Nunca pensaron que un día esto iba a pasar”.

La laguna de lixiviados se ubica a menos de 50 metros de donde se sembraron las primeras viviendas. En su recorrido los escurrimientos atraviesan por calles, avanzan frente a escuelas, locales comerciales, iglesias y cientos de casas hasta encontrar el río Atoyac.

“No queremos atole con el dedo”

En la agencia municipal se lleva a cabo la asamblea entre pobladores y personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, Instituto Mexicano de Tecnologías del Agua (IMTA), Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Las instancias federales acudieron ante el llamado de la población como parte del seguimiento a una mesa anterior de diálogo ahí les presentaron un informe respecto de la generación de Biogas y fueron informados que hasta el momento la Profepa no tiene autorizado un programa de cierre y saneamiento del basurero.

Yesica González directora de inspección de Profepa oficinas centrales informó que derivado del recorrido realizado el 21 de diciembre de 2022 detectaron un grave problema de lixiviados, el control del biogas y la compactación de la basura. “Encontramos muchas irregularidades técnicas y que no estaban dando cumplimiento a la NOM083”. 

Indicó que solicitaron al gobierno municipal que se compartiera el programa de cierre para su análisis, pero a la fecha no se ha entregado. “Tenemos uno muy escaso, le falta la parte técnica para valorar el cierre adecuado del relleno. El programa no tiene calendario, no dice qué van a hacer con los lixiviados, qué van a hacer con el biogas, le hace falta mucha información por eso no hemos dado luz verde para el programa del cierre”, expuso.

La problemática ambiental está generando problemas graves de salud a la agencia Vicente Guerrero y sus colonias Manantial, Bosque, Cuatro Milpas, Casahuates, Olimpo, Rancho Viejo, Morelos, Alarí, Santa Isabel, La Cuesta, Encinos, Morelos, Ampliación Guardado y 24 de julio.

Si algo caracteriza a la población de las colonias circundantes al tiradero municipal es su determinación sin vuelta atrás. Así el 8 de octubre de 2022 cerraron de manera definitiva el tiradero a cielo abierto en funcionamiento durante 42 años.

En este sentido advirtieron que no permitirán que el tiradero vuelva a abrir, pues indicaron que el saneamiento fue condicionado por el gobierno estatal a extender por 18 meses más la utilización del punto para el depósito de la basura.

“Tenemos un peligro, el gas, va a explotar y tendremos demasiadas muertes ¿sobre quién vamos? El lixiviado que corre en nuestras casas, eso es un envenenamiento. Las colonias necesitamos de pozos profundos para abastecernos de agua potable y al hacerlo sale el lixiviado”, expresó uno de los pobladores.

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