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Cumplir con la cuaresma, se ha vuelto un lujo para familias de Oaxaca

cuaresma-oaxaca
Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

En esta temporada de cuaresma, cumplir con las tradiciones culinarias puede representar un desafío económico para un gran número de familias, pero a pesar de los precios elevados, muchos se esfuerzan para mantener viva la costumbre.

Los precios actuales para los productos típicos de la Cuaresma son notables: un kilo de camarón a 220 pesos, el callo de margarita a 300 pesos, una docena de ostiones a 150 pesos y un kilo de mojarra a 150 pesos. 

Estas cifras hacen que alimentarse durante este período sea un esfuerzo financiero considerable.

 

 

“Es complicado porque en esta temporada suelen subir los precios y entonces ya no está al alcance del bolsillo de las personas. Haciendo cuentas mentales tendría que gastar por lo menos 750 pesos o mil pesos para llevar surtido: camarón, pescado. Afortunadamente por el trabajo es accesible para mi bolsillo, pero me pongo a pensar en otras personas que no tienen trabajo seguro y definitivamente a ellos se les dificultaría más adquirirlo. Definitivamente cada año es más complicado adquirir los productos del mar”, señala Celia López Santiago, jefa de familia.

María de la Luz Fernández destaca la comparación de precios entre productos marinos y carne de res y pollo; considera que al final se gasta similar. 

“Los precios están dentro de lo normal. Para llevar el alimento para mi familia, si vamos a hacer pescado frito o mojarra unos 300 pesos porque en mi familia somos 3 personas, luego la verdura y ensalada, unos 70 pesos más. Al parecer se ha mantenido el precio porque ya tiene rato que el camarón está en ese precio, de 180 a 240. Si compramos pollo o res, gastamos parecido. Por ejemplo, el kilo de res para cocido está saliendo en 150 más toda la verdura que le pones, te sale como comprar mariscos porque ya se igualaron”.

 

 

Viviana Martínez, originaria de Santiago Astata, es vendedora de pescados y mariscos, ella explica que, si muchos de los productos son caros, es porque la pesca es un trabajo muy pesado. “La pesca no es nada fácil, más con los ostiones, se tienen que meter a fondo para adquirirlos. Gracias a dios se están vendiendo los productos. La mojarra se compra menos, pero lo demás sí se vende. La gente regatea, pero como somos paisanos les decimos: Sí ya llévatelo. Nosotros venimos de Astata y no queremos regresarnos con nuestra mercancía”.

Aunque forma parte de los alimentos prehispánicos, en la capital del estado no es común el consumo de rana toro. 

Desde hace ocho años Teresa García y su familia abrieron la granja acuícola “Las Juntas” en Santiago Textitlán, Sola de Vega. Apenas hace dos años iniciaron con la cría y engorda de la rana toro el cual es un manjar cuyo costo oscila en 120 pesos ya asada. 

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