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El rincón de un artista

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

PARÍS, Francia.- En la residencia ubicada en el número 5 de la avenida Marceau, todos los tesoros de Yves Saint-Laurent permanecen intactos.


El muro en el que pegaba los croquis de sus diseños, una selecta biblioteca, el escritorio con sus pisapapeles, sus objetos fetiche y hasta la forma en que dispuso sus lápices se mantienen igual, como si el modisto estuviera por entrar por la puerta para seguir trabajando.


Ingresar a este estudio significa un viaje al universo creativo de una de las máximas figuras de la moda del siglo 20. Y próximamente esta experiencia será posible, pues el lugar abrirá sus puertas al público.


"Este espacio es el alma de la Casa Yves Saint-Laurent", dice Sandrine Tinturier, responsable de conservación en la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent.


Aunque en el inmueble ya se presentaban exposiciones, el estudio estaba cerrado. Ahora, el recinto será reorganizado en museo y recobrará el ambiente de la época del diseñador. La apertura se espera para finales del 2017 y se inaugurará otro en Marrakech.


Un espacio excepcional


Por décadas, la Casa Yves Saint-Laurent fue una de las direcciones más prestigiosas de la moda parisina. Cuando el diseñador francés se retiró en 2002, el lugar se convirtió en la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, en honor a él y a Pierre Bergé, su amigo, socio y mecenas.


Avocada a la obra del creador de la cazadora y el smoking femenino, la fundación cuenta con archivos que reúnen 5 mil vestidos de Alta Costura, 15 mil accesorios y decenas de miles de bocetos, fotografías y otros documentos.


El área de conservación es digna de los mejores museos, pues el vestuario se preserva bajo condiciones específicas de temperatura, humedad y luminosidad, como se hace con las grandes obras pictóricas.


Ahí se encuentran desde el más pequeño prototipo hasta las más célebres creaciones, pasando por las listas de ventas y los registros de pedidos de clientas como Leslie Caron, Catherine Deneuve y Jerry Hall. Un acervo vasto y poco común en el mundo de la Alta Costura.


"No hay equivalente. Yves Saint-Laurent archivó su trabajo desde que abrió su casa de moda en 1961", explica Tinturier.


Artista del Haute Couture


Para comprender la obra de este creativo, hay que empezar por sus dibujos, algunos de los cuales realizaba en su mesa de trabajo y otros en Majorelle, los jardines de su casa de Marrakech.


"Él colocaba sus bocetos en el piso para estudiarlos y explicarlos a sus costureras", comenta Tinturier.


En su estudio se hacían las primeras pruebas con los prototipos, que a él le servían para hacer ajustes antes de aprobar la versión definitiva. El acervo se completa con piezas originales, algunas donadas por clientas, y que ahora se ubican en armarios tan protegidos como cajas fuertes.


Los históricos vestidos de la colección Mondrian, por ejemplo, cuelgan de ganchos especiales, mientras que otros están cubiertos con delicadas fundas.


En tanto, los sacos inspirados en Van Gogh y la prenda más antigua de la fundación -un vestido negro bordado de 1962 que lleva el número 001- van extendidos en cajones. Las buhardillas están ocupadas por los archivos de accesorios como joyería, sombreros y calzado.

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