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¿Sabías que las mascotas también pueden desarrollar cáncer de mama?

Hay un 50% de probabilidades de que el tumor por cáncer de mama en mascotas sea maligno.
Foto(s): Cortesía
Israel García Reyes

Israel García Reyes

Fausto Reyes Delgado, del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, experto en medicina veterinaria, indica que el cáncer de mama es una enfermedad que también sufren las mascotas y que este padecimiento es el segundo más importante en perros hembra, mientras que en las gatas, aunque es menos común, cuando las afecta, en su mayoría los tumores resultan malignos, por lo que es necesaria su atención.

El especialista explicó que el cáncer es el crecimiento anormal y desordenado, por mutación, de las células e incluso se dividen sin control, y que “a largo plazo, las “perritas” o “gatitas” que lo padecen sufrirán cambios y trastornos que pondrán en riesgo su vida”, según apuntó.

Indicó que los tumores del cáncer de mama se originan de los epitelios y se caracterizan porque crecen de forma lenta y progresiva, y en ocasiones, puede surgir la metástasis, es decir, invaden a otros órganos, donde los más comunes son los pulmones, aunque no son los únicos órganos afectados.

Abundó: “En el caso de los canes hembras que presentan tumores mamarios, aproximadamente existe un 50% de probabilidad que sean malignos, y el restante, benignos”.

Reyes Delgado sostuvo que “existen factores muy importantes que predisponen la enfermedad, como es la producción de hormonas, específicamente los estrógenos. Cada que una perrita entra en celo produce una gran cantidad de estrógenos y corre un riesgo enorme de predisponerse para un tumor en la glándula mamaria”, explicó.

Subrayó que la posibilidad de que una hembra desarrolle cáncer de mama aumenta según el número de celos que tenga antes de su esterilización.

“Si una hembra se esteriliza antes del primer celo, se considera que el riesgo de contraer un tumor de glándula mamaria es del 5%; después del primer celo el porcentaje se incrementa al 20%, y si pasa el tercero, será del 70 al 80%”.

Destacó el experto de la UNAM:

“Si esterilizo un ejemplar que ya pasó el tercer celo, no la exime de que pueda presentar un tumor de glándula mamaria, porque ya la glándula fue bombardeada por los estrógenos, por ello, lo ideal es esterilizarlas antes de presentar el primer celo, para reducir en gran medida la presentación de tumores, ya sean benignos o malignos”.

Respecto de los gatos hembra los tumores también están asociados a los niveles hormonales de los estrógenos, pero no es tan común que tengan tumores de glándulas mamarias, de acuerdo con las observaciones del galeno.

Aseguró que al igual que los seres humanos, las mascotas deben ser palpadas al menos una vez al mes, para sentir si existe alguna masa extraña o protuberancia.

“Los dueños deben hacerlo con sus mascotas de forma periódica (una vez al mes), tocarles la piel en la glándula mamaria, y determinar si existen pequeños crecimientos”, y consideró importante acudir a las revisiones semestrales con el veterinario para que chequen a la “perrita” o “gatita” y así obtener un diagnóstico temprano.

En caso de desarrollar una masa extraña, se hacen estudios, se toman pruebas y si la masa es benigna, se puede retirar con una cirugía, pero si resulta maligna se lleva a cabo un protocolo para someter al animal a quimioterapia o incluso "el retiro de la glándula mamaria afectada”.

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