Oaxaca.-La arquitecta Dora Cecilia Aceves Martínez es una mujer que sabe conversar con la naturaleza de su propio entorno, cuando camina por las calles de su ciudad no solo mantiene el diálogo con cada inmueble o sonido, también sabe mirar el cielo, las montañas y sentir el viento, es así como describe la sensación de recorrer el Centro Histórico de Oaxaca.
En entrevista previa a una charla sobre su último libro Patrocinio, mi barrio que ofreció en la Biblioteca Pública Central Margarita Maza, la arquitecta conversa de sus investigaciones, su documentación y la importancia de dar a conocer la historia de estos inmuebles, la cual incluso los propietarios de los mismos, ignoran.
Invitada por un grupo de ex alumnos del Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, quienes la buscan regularmente para que imparta charlas en instituciones educativas de nivel medio superior, esta vez la investigadora no habló de las casas que ha documentado, si no de su barrio.
Al subir la escaleras para ofrecer la entrevista en la planta alta de la biblioteca, la investigadora confiesa: "Ya tengo muchos años, pero bien vividos. Planté muchos arboles, tuve tres hijos y he escrito cinco libros." Luego de tomar aliento, comparte que el haber nacido en una casa aledaña al templo del Patrocinio, le da dado muchas alegrías, por la historia que conserva esta área del Centro Histórico de la ciudad.
El patrocinio, su barrio
¿Qué es lo que más destaca de este lugar?
"Hay algo muy importante ahí, el parque Paseo Juárez El Llano, lo que fue la Alameda de Nezahualcóyotl, el templo del Patrocinio, es un lugar muy especial porque fue la parte última del trazo del Centro Histórico de la ciudad y por ello estas casas son diferentes al resto.
¿Qué diferencias encontró en estos inmuebles?
"Tal vez eran casas de campo en algunos casos especiales. Solo en él área que tengo estudiada hubo como 10 albercas y son nada más 10 calles.
¿Del templo qué puede compartir?
"Las fiestas que son las que giran alrededor del templo del Patrocinio son un poco diferentes a las demás, porque ahí se venera a la Virgen de los Dolores y a la Virgen del Patrocinio, esta última para todos esta es una virgen un poco extraña, diferente.
Además es uno de los últimos templos que se construyeron en la época del virreinato y aún está en pie, funcionando; es de las pocas que tienen barda en el patio, nació con esta barda y afortunadamente no se la han quitado".
¿Qué cualidades destaca de este sitio?
"Es una zona totalmente habitacional, aunque últimamente ha cambiado un poco y muchos de los habitantes se han salido para convertir sus casas en hoteles, porque queda a 12 cuadras del Zócalo, es muy céntrica.
Tiene un lugar como: El Llano donde se puede ir a hacer ejercicios, así como la Casa de los Deportes, los templos del alrededor: el de Nuestra señora de Guadalupe, San Matías Jalatlaco, Santo Domingo de Guzmán, Las Nieves y La Merced; tiene antojitos regionales, gente que elabora dulces oaxaqueños, empanadas, memelitas, centros culturales, hay y hubo muchos artistas, como el maestro Osorio o Laurita Martínez García, la soprano".
¿Y de su casa específicamente?
"En la casa donde yo vivo, donde nací, ahí vivió D.H. Lawrence, el escritor de El amante de Lady Chatterley. En esa casa vivió por los años 1920 , cuando vino a Mexico. Y es que supo que en Oaxaca había mucha cultura y que además había gente de Inglaterra, los Richards, justamente el padre Edward Richards, que era de de origen inglés. Este padre era propietario de esa casa, así que se comunicaron y le rentó a D. H. Lawrence un espacio donde estuvo viviendo, que luego describió totalmente. En esa misma casa, muchos años después nazcí yo y es donde ahora vivo."
¿Cuál es la historia de esta casa?
"Por esta casa pasaron dos personajes: Edward Richards y D. H. Lawrence, y con todo respeto, el tercero: mi papá, el científico e ingeniero José Luis Aceves de la Mora, tapatío de origen y oaxaqueño por adopción. Escribió ocho libros sobre Oaxaca, hablaba siete idiomas y fue el primer químico en Oaxaca, puso la primera oficina de agua potable aquí. También fue el químico de la Mexicola, la Pepsicola y la Lulú."
¿Qué opina de la constante amenaza que tienen estos inmuebles por parte del vandalismo y afectaciones, por ejemplo de los plantones y marchas?
"La destrucción del patrimonio a mí me duele como si me rasgaran la piel, porque yo siento que las casas nos hablan, son parte de nuestra historia. Si destruyes una casa, destruyes una época y destruyes a quien la construyó, destruyes la memoria de los materiales que se usaban, la hisrtoria de las personas que vivieron en aquella casa. Eso es historia y al borrarlo borras parte de tu misma historia".
¿Qué mensaje le mandaría a la ciudadanía?
"Que las cuidemos, porque cuando yo paso por esas casas, escucho lo que dicen y susurran: -Consérvame para decirte lo que pasó anteriormente-".
¿Cuál es su siguiente proyecto?
"En cada libro que he publicado salen 50 casas, en el que pretendo sacar en este año si dios me permite, saldrán otras 50. Es muy linda la repuesta que tengo de los propietarios, porque cuando voy a visitarlos me dicen: -Es que yo no sabía que mi casa era tan bonita hasta que usted me lo hizo saber-, o: -Yo la iba a destruir-. Entonces he tenido un resultado hermoso con los propietarios de la casa que he sacado, necesito seguir haciendo esta labor, es una gran responsabilidad.
Mientras tanto, la arquitecta sigue documentando y compartiendo sus investigaciones, en un constante homenaje a su estado. Actualmente continúa su investigación y pronto lanzará su nuevo libro, en el que incluye al inmueble que actualmente acoge al Importador.
El dato: Hasta el momento tiene publicados tres libros sobre casas y dos más: Patrocinio, mi barrio y Parece que fue ayer: crónica del Oaxaca que se fue.
