El Panteón General de Oaxaca, llamado San Miguel, ha sido víctima de saqueo desde hace más de una década. Algunas de sus piezas escultóricas elaboradas con mármol y que eran colocadas sobre las tumbas, han desaparecido.
La denuncia fue hecha por personas dedicadas a la marmolería que se encuentran frente a este panteón y sostuvieron que en estos robos están involucrados funcionarios municipales encargados de su mantenimiento y cuidado.
Todos niegan decir su nombre. En años anteriores, cuando denunciaron, fueron reprimidos e incluso se les intentó fincar presuntos delitos por la venta ilegal de espacios dentro del panteón, que nunca fueron probados.
Más de cinco años de "restauración"
El robo más significativo, afirmaron, es la escultura de El Ángel del Silencio, que según cuentan, fue elaborada con mármol italiano y traída desde Italia antes del año de 1900. Se trata de una escultura de un ángel “tamaño natural”, es decir, cerca de dos metros de altura y cuya característica es que con el dedo índice de la mano derecha, apunta a la boca en señal de guardar silencio.
“Yo vi cuando la sacaron supuestamente para restaurarla, hace como cinco años; trajeron tarimas y tablones, porque era una pieza muy pesada y era la única forma de sacarla. Fue un entarimado completo lo que pusieron para llevárselo. El ángel estaba muy bien hecho, porque todos sus rasgos estaban bien definidos”, relata uno de los marmoleros de mayor antigüedad en la zona.
NOTICIAS cuenta con una imagen de El Ángel del Silencio tomada en el año 2008, colocada sobre la tumba en la que entonces yacía Yolanda Soto Rojas, quien según la cripta, murió el 14 de junio de 1972; en la actualidad, la escultura ya no está y debajo de la tumba se encuentra otra persona con el nombre de Irene Hernández Ruiz, que según se lee, nació el 22 de enero de 1946 y murió el 10 de enero de 2015.
Yo vi cuando la sacaron supuestamente para restaurarla, hace como ocho o siete años; trajeron tarimas y tablones, porque era una pieza muy pesada y era la única forma de sacarla
Marmolero del Panteón General
Los muertos "olvidados"
Muchas de las tumbas han sido abandonadas por sus familiares y las fosas son reocupadas. Para aquellos que han sido olvidados, en medio del panteón existe una tumba sobre la que no existe un dato preciso de su origen, pero algunas versiones señalan que se construyó tras la tragedia del terremoto del año de 1931, para colocar en una fosa común algunos de los cuerpos de las personas muertas en ese desastre natural.
Uno de los marmoleros afirma que la escultura de El Ángel del Silencio estuvo durante mucho tiempo resguardada en el taller de otro marmolero de nombre Arturo Peña, quien ya falleció, y fue vendida por una señora de nombre Gloria Mendoza de Larumbe; sostiene que actualmente se encuentra en el edificio conocido como de Cristal, ubicado sobre la calle Guerrero, a una cuadra del zócalo de la ciudad de Oaxaca. “A Peña le pagaron para que lo despegara”, aseguró.
Pero esta escultura no es la única que ha desaparecido. Otra pieza, enorme y bella, que es la figura de un ángel de rodillas, con sus alas extendidas, cabeza inclinada y apoyada sobre su mano derecha, sobre una construcción semipiramidal, también fue robada.
El Panteón General es parte del patrimonio cultural del estado; pero algunas de sus esculturas y tumbas se encuentran abandonadas.
Siguen los robos
Hace aproximadamente 12 años fue robado un ángel de mármol que se encontraba al interior de una capilla del Panteón General de Oaxaca.
“Le hablé a la dueña, mire, le dije, es mármol esta escultura, no es cemento. Pensé que la señora iba a demandar, porque sí se daba uno cuenta quién había sido, cómo se había hecho. Pero no hizo nada, no hizo polvo, ahí murió. No he visto en esa capilla a ver si está el ángel o ya no, porque después vi que llevaban una escultura normal, como un cristo sentado en esa misma capilla”.
En esos años, agregó, los robos eran más comunes. Del Panteón General se sustrajeron esculturas conocidas como “niños llorones” y “angelitos”; actualmente es común el robo de floreros y cruces, pero también se han robado piezas de mausoleo.
Panteón General, patrimonio cultural
El Panteón General es un edificio de estilo toscano constituido por cuatro muros de 113 metros cada uno y una fachada sencilla. En su interior se levantan cuatro galerías formadas por 100 arcos del mismo orden, con 2 mil 355 nichos o sepulcros de piedra simétricamente abiertos en los muros.
Su fundación data de 1829, luego de la promulgación de nuevas leyes de inhumaciones emitidas por la mortandad que se registraba en la capital del estado, por una epidemia de viruela.
Posteriormente, en 1833, se utilizó para sepultar a las víctimas de cólera y en 1834 fue delimitado por una barda provisional y se inició con la construcción en su centro de una capilla. El panteón fue utilizado como tal, luego que se prohibieran definitivamente las inhumaciones en las iglesias, según el decreto del 5 de septiembre de 1844.
Marmoleros denuncian competencia desleal
Los marmoleros denunciaron que sus ventas se han reducido hasta en un 90 por ciento, a partir de la debacle económica por el conflicto político y social de los años 2006 y 2007; pero también, por la competencia desleal de funcionarios municipales encargados de la administración de los panteones municipales.
Los marmoleros han denunciado competencia desleal en la que están involucrados funcionarios municipales. Afirman que estas capillas no cumplen con la norma.
Son dos los funcionarios municipales, dijeron, un chofer de nombre Adrián y Arturo Guzmán Gopar, quien se asume como jefe de Cuadrillas del Panteón General. “Él es el que ahorita hace y deshace en el panteón, obras y manda. Ahora que están terminando, se están llevando una buena lana”.
Aseguraron que se dedican a la construcción de capillas que venden a precios entre los 80 mil y 90 mil pesos.
Además, denunciaron que estas capillas no cumplen con las normas del municipio y de la Secretaría de Salud.
